Ubicado nuevamente entre los mejores 20 restaurantes del mundo de la lista The World’s 50 Best Restaurants 2014, Astrid & Gastón es una marca consolidada que, a 20 años de su fundación, afronta nuevos retos con su reciente apertura en la Casa Moreyra, en San Isidro, donde tiene un equipo renovado y refuerzos internacionales.

El nuevo sueño de Gastón Acurio está en marcha en los 3,000 m2 de esta casona, que cuenta con 75 cocineros y tres propuestas que revelan el afán creativo, social, científico y de entretenimiento del chef más prestigioso del Perú, quien ha renovado su confianza en Diego Muñoz para conducir las cinco cocinas del restaurante.

Desde ‘La Barra’ –un restaurante casual con terraza–, hasta ‘El Restaurante’ –que ofrece un menú degustación de más de tres horas–, cada aspecto ha sido cuidado por un equipo de múltiples nacionalidades.

Selección internacional
Aaron Díaz Olivos en los cocteles de autor; los españoles Julio Barluenga, sumiller, y Luis García, en la dirección del salón; y Luis Camacho, encargado de “El Edén”, son algunos de los integrantes de este grupo que interactúa en propuestas como el menú degustación ‘Virú, un viaje por el Perú de hoy’.

Las sensaciones de cinco territorios nacionales (el mar, la costa, la sierra, el altiplano y la selva) son evocadas en platos con ingredientes del huerto, servidos en vajilla elaborada para la ocasión y con una presentación que fusiona la mixología molecular e ingredientes representativos del Perú.

‘El Cielo’ es el ambiente donde estos profesionales dan rienda suelta a su creatividad. La idea es diseñar un menú irrepetible, una experiencia bosquejada según los gustos e inquietudes del público.

Para ello, se cuenta con una cocina propia y un equipo de investigadores encargados de la elaboración de un menú a medida, con decoración, música y atención según el reto propuesto. Esta idea estará disponible desde julio.

Nuevos retos
Irzio Pinasco, gerente general de Acurio Restaurantes, cuenta que gestionar la puesta en marcha de la Casa Moreyra ha sido un trabajo arduo, no solo por la remodelación íntegra, respetando y rescatando el diseño original, sino por el equipamiento de primera línea importado de España.

“Afrontamos un reto logístico grande que empezó en la mudanza. La inversión, incluyendo temas operativos, bordeó los US$ 6 millones. Nuestra valla no está en relación con lo que otros hacen, sino con lo que aspiramos a ser. Y nuestro reto es ofrecer experiencias únicas, no solo visuales sino sensoriales”.

EL DATO
Para exigentes. El menú degustación ‘Virú, un viaje por el Perú de hoy’, ofrece bocados para asombrar el paladar, como un cebiche de pepino, erizo y almejas, un alfajor de anchoveta, entre otros; maridados con vinos, cerveza artesanal y cocteles como la tradicional frutillada.