La UE ha expresado temores de que el acuerdo para crear la compañía más grande de pesticidas y semillas del mundo podría aumentar los precios para los agricultores, disminuir la calidad y reducir la innovación.

Bruselas detuvo el reloj en su investigación sobre la compra de Monsanto por Bayer”, a la espera de “importante información solicitada” a ambas firmas.

Bayer pidió ayer una prolongación del periodo de revisión hasta el 22 de enero del 2018, para facilitar una evaluación apropiada dado el tamaño de la transacción.

El proyecto de adquisición de Monsanto por Bayer “supondría la creación de la empresa integrada más importante del mundo en los sectores de los pesticidas y las semillas”, subrayó la Comisión Europea.

Bayer, que está pendiente de la aprobación de las autoridades estadounidenses a la adquisición de Monsanto, prometió el mes pasado realizar importantes ventas de activos para conseguir la aprobación del acuerdo.

Bayer aceptó las condiciones de los reguladores de la competencia y está evaluando cómo ejecutar mejor la desinversión impuesta”, afirmó el grupo alemán en el comunicado.

El grupo dijo que anticipaba una leve recuperación en los mercados globales de productos agrícolas, gracias a un crecimiento esperado de la industria de un 1% este año, que se compara con un descenso de un 1 por ciento en el 2016.

A fines del 2015, había más de 9,000 hectáreas (cerca de 22,200 acres) de plantas productoras de semillas modificadas genéticamente en Chile, fabricando productos para algunas compañías como Bayer y Dow Chemical.

El anuncio fue realizado luego de una “muy productiva reunión” entre el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump y los presidentes de las dos compañías.

Bayer espera ahora unas ventas máximas anuales de más de US$ 5,600 millones por la píldora para prevenir el derrame cerebral Xarelto, que vende conjuntamente con Johnson & Johnson.

En el 2015, el cultivo de transgénicos retrocedió por primera vez tras 20 años de crecimiento sostenido, según un informe publicado en abril por la oenegé ISAAA.

FOTOGALERÍA. La fusión anunciada el miércoles entre el estadounidense Monsanto y el grupo alemán Bayer surge en un contexto de consolidación mundial del sector agro-químico y de oposición, principalmente en Europa, a los productos OGM. Grupo de 22,500 empleados fundado en 1901 por el farmacéutico John Queeny, con sede en Saint-Louis (Misuri), Monsanto deriva su nombre del patronímico de Olga Mendez, esposa de Queeny. (Foto: AFP)

Intacta de Monsanto Co, modificada genéticamente para tolerar el glifosato y resistir a las orugas, fue sembrada en 14 millones de hectáreas en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay en la temporada 2015/2016.

El grupo alemán tuvo que mejorar su oferta en varias oportunidades desde mayo antes de obtener el acuerdo del gigante estadounidense.

El acuerdo valoraría a Monsanto, la mayor empresa de semillas del mundo, en un poco más que la oferta mejorada en efectivo de 127.50 dólares por acción que Bayer reveló la semana pasada.

Bayer está trabajando con JPMorgan Chase & Co. en la venta, la cual podría alcanzar un precio de más de US$ 1,100 millones, según una fuente citada por Bloomberg.

Todo sugiere que no está lejos un acuerdo entre ambas partes. Monsanto abrió sus libros para una auditoria poco después de que Bayer hiciese su última propuesta en julio.

El último actor en interpretar al gigante verde fue uno de muchos que pidieron vía Twitter a los reguladores antimonopolio de la UE y Estados Unidos que “frenen esa #fusiondelinfierno”.

Monsanto explicó que el directorio de la empresa consideró a la última oferta de Bayer “financieramente inadecuada e insuficiente para asegurar un acuerdo viable”.

El fabricante alemán de químicos y medicamentos Bayer realizó en mayo pasado una propuesta no solicitada de compra a la compañía de semillas estadounidense Monsanto, para crear al mayor proveedor agrícola del mundo.

El presidente ejecutivo de Monsanto, Hugh Grant, dijo el mes pasado que su empresa estaba conversando con Bayer y con otras firmas del sector sobre “opciones estratégicas alternativas”.

“La adquisición de Monsanto sería una excelente oportunidad para que Bayer fortaleciera su negocio agrícola de forma estratégica”, opina Werner Wenning, presidente de la firma alemana.

Bayer AG consiguió el crédito puente de parte de Bank of America Merrill Lynch, Credit Suisse , HSBC, Goldman Sachs y JP Morgan, indicó el diario alemán citando a una fuente con conocimiento del asunto.

Bayer entrevistó a entidades prestamistas en sus oficinas centrales esta semana en Leverkusen y es probable que seleccione media docena de bancos la semana próxima, dijeron fuentes citadas por Bloomberg.

La negativa de la compañía estadounidense presiona a Bayer para que decida si aumentará su oferta, ya que la firma enfrenta críticas de algunos accionistas que dicen que los US$ 122 por título son demasiado.

Si bien Monsanto ve la lógica industrial de unirse con Bayer y cree que las autoridades aprobarían la operación, considera también que sus accionistas merecen un precio más alto, dijeron fuentes citadas por Reuters.

La oferta no solicitada, que incluye la deuda, sería la mayor adquisición extranjera por parte de una compañía alemana en caso de ser aceptada.

Los inversores están golpeados por una caída del 8.2% de las acciones de Bayer tras conocerse la noticia sobre la oferta, algo que un accionista describió como una “destrucción inmediata” de valor para los accionistas.

La idea de la alemana Bayer y la estadounidense Monsanto es unirse para crear un coloso mundial en los sectores de los pesticidas y los granos transgénicos.

El directorio de Monsanto está revisando la propuesta, que está sujeta a procesos de revisión, la aprobación de los reguladores y otras condiciones, dijo la compañía en un comunicado.

Argentina ha exportado US$ 17,600 millones de granos y oleaginosas en lo que va del año, la menor cantidad para el período desde 2009, según datos de un grupo de exportadores.

Las tasas de cáncer y defectos congénitos se dispararon. En 1996, la empresa Monsanto convenció a Argentina de adoptar sus semillas para reducir el uso de pesticidas, pero éstos se multiplicaron por ocho, denunciaron.

Las acciones del desarrollador de maíz, soja y otras semillas transgénicas subieron casi 4% en las operaciones previas a la apertura del mercado.