Cuando Mitsuharu Tsumura bordeaba los 15 años, fue a una fiesta en el sur chico.
A las 12:00 m. del día siguiente, llegó “de boleto” al restaurante Rocío (km 50 de la Panamericana Sur). Junto a un grupo de amigos árabes, probó el cebiche y la chita al ajo. La sazón del cocinero Samuel Haro lo enamoró y, desde entonces, el chef de Maido se convirtió en un asiduo comensal.
“Los pescados y las milanesas son buenísimos”, dice. Ya pasaron 20 años desde la primera vez que los probó, pero aún recuerda cada sabor y aroma de aquel local de Santa María.
Pastas bajo el sol
El mar y el sol prácticamente nos obligan a acompañarlos con pescados o mariscos. Pero, si se se antoja una pizza en la playa, ¿por qué contenernos? José del Castillo no limita los placeres a los espacios.
Así, llegó a conocer la pizzería Donde Arturo Brandon (km 48). Y el chef de La Red considera injusto escoger solo un sabor de la carta: aprueba desde la caprese hasta la de lomo saltado.
Paisaje de relajo
No hay mejor cebiche que el preparado con pescado fresco, ese que por poco aletea desde el mar hasta tu plato. Rafael Piqueras suscribe esta idea y asegura que este “se disfruta más frente al mar”.
El chef de Maras cuenta que esta experiencia se puede vivir en Chalana (km 260), restaurante del Hotel Paracas al que recuerda con cariño. En él, su hija probó un cebiche por primera vez y, asegura, no habría un lugar mejor para que ella se enamorara de nuestra gastronomía.