Los analistas mantienen su atención en el mercado inmobiliario peruano. Para David Alfonso Ramos López, exviceministro de Vivienda y Urbanismo, el boom de la construcción no puede justificarse por el “enorme” déficit habitacional equivalente a 425 mil familias.
El experto observó que se construyen principalmente proyectos para los estratos de alto poder adquisitivo, pero el 95% de la demanda (entre 400 mil y 385 mil hogares) no pueden pagar viviendas demás de US$ 65 mil, y el 90% no dispone de más de US$ 30 mil.
“Ese argumento no es claro. Yo me pregunto si es más bien una excusa para explicar el incremento de los precios, que al final son empujados por los sectores A y B, es decir, el 5% que puede pagar más de US$ 100 mil”, señaló.
En este sentido, el ex viceministro instó a desarrollar proyectos de interés social para el público C y D, a través de concursos públicos, como los convocados por el Fondo MiVivienda, con el objetivo de ofertar terrenos de libre disponibilidad del Estado.
“Entre el 2002 y el 2006 se hicieron diez concursos públicos, un total 16 hectáreas, mientras que entre el 2006 y el 2011 fueron 26 concursos (216 hectáreas). Pero en lo que va del gobierno solo se convocó un concurso. Hace poco se comunicó una nueva licitación en Ancón. Ese es el camino correcto”, anotó.
Planificación urbanística
Ramos se refirió también a la planificación urbana, pues expertos coinciden en que no se puede generar mayor oferta por escasez de terrenos con servicios básicos.
Lima y el resto de urbes peruanas –acotó- requieren infraestructura y zonificación estratégica, responsabilidad de las municipalidades distritales y locales.
“Se deben determinar los polos de desarrollo, es decir, hacia dónde debe crecer la ciudad de forma ordenada. La planificación es una herramienta fundamental que ayudaría a orientar y encabezar la inversión privada para ofrecer viviendas con servicios adecuados en todo el país”, aseveró.