Por Daniel Goya
Cuando Laurent Carrasset, regional managing director de Orient Express, piensa en la operación de la compañía en el Perú no puede ocultar su satisfacción. “¡Es un éxito!”, dice emocionado antes de explicar que mantienen un crecimiento anual de 10%, una cifra que los anima a pensar en expandirse hacia el oriente. “Tenemos nuestra atención puesta en Iquitos, queremos llegar con una propuesta de lujo, es solo cuestión de tiempo”, afirma el ejecutivo.
Asimismo, la oferta hotelera no es la única opción que Orient Express está barajando en la selva peruana. “Tenemos mucha experiencia en la operación de cruceros de lujo, así que nos interesa mucho poder ofrecer ese servicio en el río Amazonas”, señala.
Luego de una exitosa apertura del Palacio de las Nazarenas Hotel, en el Cusco, que ha sido considerado uno de los hoteles más exóticos y lujosos del mundo y que consiguió un 40% de ocupación durante su primer año, ahora la meta es mayor. “Queremos llegar al segundo año con un 60% e ir subiendo esa cifra año a año”, explica Carrasset.
Del mismo modo, los buenos resultados cosechados hasta el momento han respaldado las inversiones que la transnacional piensa hacer en el Perú. “Vamos a invertir US$ 7,5 millones en remodelar el hotel Miraflores Park Hotel y US$ 2 millones en el Machu Picchu Sanctuary Lodge”, asegura.
Por el lado del negocio de trenes, Carrasset reconoce que les está yendo bien y que esperan que les vaya mejor a futuro. “Tenemos mucho éxito con el Hiram Bingham y también con los trenes de carga y transporte de materiales en Arequipa. Tenemos a Cerro Verde como uno de nuestros principales clientes y estamos negociando con otras mineras nuestro servicio para uno de los varios nuevos proyectos mineros en el sur”, finaliza.