En nuestra cultura, las empresas suelen despedir a un colaborador si es que no se acopla a las necesidades de la compañía, es decir, optan por la vía más fácil. Sin embargo, no todos los gerentes se dan cuenta de que la responsabilidad radica en las mismas empresas, aseguró Jenny Beingolea, coach del Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor (CIDE-PUCP).
La comunicadora social afirma que una empresa -antes de contratar a su personal- debería elaborar un exhaustivo perfil, y detallar en él todas las características que le gustaría que tuviese su futuro colaborador, pero la mayoría de ellas ignora u omite este detalle. “Definitivamente, es más fácil hacer un buen perfil, que estar rotando(despidiendo) gente”, agregó.
¿Cómo hacer este perfil? Según Beingolea, debe contar con todas las actividades que le gustaría a la empresa que tuviese su colaborador, además de contar con una lista de habilidades y actitudes, porque “de nada vale que el trabajador tenga el conocimiento, si no tiene la visión y actitud de ejecutar su trabajo”.
Para la coach, si una empresa quiere avanzar debe buscar a una persona proactiva, ya que “hay muchas empresas que mantienen el mismo perfil desde hace mucho tiempo, y caen en un error, porque deberían contratar a una persona experta en RR.HH., o un psicólogo o alguna persona especializada en que las habilidades de un trabajador se exploten al 100%”.
¿Que hacer si un trabajador rinde menos de lo esperado?
Según la especialista en comunicación social, si una empresa tiene a un colaborador, que al momento de insertarse a sus labores rinde un 100%, y en seis meses rinde en un 50%, se debe identificar si el problema es personal o si es propio de la empresa.
Ante ese escenario, -agregó- la comunicación es básica entre empleado y empleador. Por otro lado, cuando un trabajador rinde muy por debajo de lo esperado, la empresa es la única responsable porque eligió mal.
La coach citó un ejemplo interesante: “Los empresarios japoneses asumen la culpa cuando un trabajador no rinde en sus compañías, porque saben que la decisión de contratar a tal persona fue suya. Así, esta mala decisión es producto de un mal diseño de perfil, pero sea cual fuera el caso, ellos analizan y resaltan el hecho de que el despido podría ocasionar efectos negativos en el colaborador (como dejar de pagar deudas o no conseguir trabajo en otros lugares)”.
De esta manera, los japoneses piensan muy bien lo que harán después, porque si la persona no calza en el perfil, analizan otras habilidades del colaborador para derivarlo a otro puesto dentro de la compañía, con el fin de evitar su despido.
Según la coach, la realidad peruana es diferente, pero los empresarios están apostando cada vez más por este tipo de gestión en sus compañías. Lo importante es que las empresas calcen las necesidades del trabajador con las de la misma compañía, porque de esta manera se dará un buen ‘match’ entre ellos, y se evitará las fugas de talento.