La desmotivación constante y la frustración en el lugar de trabajo pueden evitarse si se consigue alinear los objetivos personales con los organizacionales. Lograrlo propiciará, en consecuencia, que el profesional dedique energía y tiempo a sus labores, por su parte, la empresa no tendrá problemas de retención de talento.

Para Diego Cubas, gerente general de CL Selection, “el alineamiento de los objetivos personales del colaborador con los organizacionales es el factor de éxito más importante para tener equipos de alto rendimiento hoy en día”.

Pero ¿cómo conseguirlo? Según dijo, el profesional deberá efectuar un autodiagnóstico para identificar sus fortalezas, ventajas competitivas, aspiraciones y motivaciones, y determinar qué le haría sentirse realizado, cuál es el tipo de organización y posición que busca.

Luego de ello, el colaborador procurará comprender los objetivos y la estrategia de la empresa, conocer la cultura organizacional y estilo de liderazgo de la dirección. Esta fase es indispensable puesto que a partir de la misma la persona decidirá si encaja o no con ello -precisó el especialista-.

El también consultor senior en Executive Search indicó que el tercer paso para alinear objetivos consiste en apostar por retos organizacionales. “Es importante no solo que (el empleado) cumpla con responsabilidades propias de su posición, sino también participe en proyectos multifuncionales, que impacten en el negocio y finalmente se dé cuenta si le gusta otra área”, argumentó.

El último paso a efectuar, puntualizó Cubas, es la revisión periódica de los objetivos personales y organizacionales, pues en la medida en que transcurre el tiempo el contenido de los mismos cambia para adaptarse a nuevos entornos.