Convertirse en líder de un grupo no es nada fácil. Ya sea en una empresa o en una organización cualquiera, se requiere de ciertos requisitos.
Las emociones tienen un rol esencial pues tienden a definir aspectos de nuestro comportamiento.
Según la sicóloga chilena, Nureya Abarca, lo básico es la capacidad de desarrollarse interpersonalmente para generar contactos.
Los contactos en el mundo social son la mayor riqueza que una persona puede reunir. Una herramienta muy importante en este punto es la asertividad.
La académica define la asertividad como la capacidad que tiene un líder de expresar sus pensamientos e ideas ante los demás y poder inspirar con eso sin caer en los extremos de la agresividad ni la pasividad.
Una manera de controlar que las relaciones interpersonales no se extingan es el mostrarse cálido y expresivo. Esto sólo se logra generando confianza en uno mismo.
Otro punto importante para el líder es la estabilidad emocional frente a todos sus allegados y sobre todo el buen humor. “Cuando las bromas se dirigen a uno mismo, nadie puede sentirse insultado pero uno logra su objetivo”, señala Abarca.