Estos son los extractos de la ponencia del jefe de estudios económicos del BBVA Continental en la Mesa Redonda sobre Política Económica organizada por Gestión, Intelfin y el Instituto Perú de la Universidad San Martín de Porres.
Priorizar las reformas y gastar mejor en programas sociales
Me pregunto si se debe hacer un plan masivo de gasto en infraestructura, aunque eso eleve el stock de deuda, si la parte positiva es que habrá un crecimiento de 6%. ¿No genera un efecto más positivo en la economía generar este shock de inversiones en infraestructura liderado por el Sector Público?
En el presupuesto se ve una intención de seguir elevando el gasto en remuneración, que está creciendo 22% respecto al PIM anterior; en términos de participación porcentual pasa de 23 a 26 puntos dentro del total presupuestal y en términos del PBI para el 2014 se ha contemplado que las remuneraciones del Sector Público equivalgan al 5%; es un esfuerzo importante que está vinculado a la idea detrás de Servir.
Hay que apoyarlo porque el gran mérito de esta administración es haber enfrentado un problema que debía ser gestionado. Esta podría ser una contribución importante de esta gestión: dejar una carrera pública claramente definida, meritocrática, que apoye más el crecimiento y que tenga menos trabas burocráticas.
El desafío de las reglas fiscales y del futuro del canon
La propuesta del Gobierno es cambiar la regla fiscal vigente por una vinculada a resultados estructurales. Es decir, tratar de definir los niveles de gasto público en función de los ingresos permanentes. Veo tres problemas a esta regla estructural: no se puede medir. ¿Cómo corregimos el efecto de los altos precios de las materias primas sobre las finanzas públicas? Es decir, ¿cuál es el nivel del precio de largo plazo de los metales?, y eso es muy complicado; no es una regla sencilla y para que una regla fiscal tenga aceptación debe ser sencilla; y ¿los gobiernos elegidos aceptarán que un tecnócrata le proponga cuánto expandir el gasto público basado en modelos estadísticos?
Si queremos definir el tamaño del gasto público en infraestructura, en mejorar la educación y salud sin que ello amenace la sostenibilidad de las finanzas públicas, se podría definir un nivel de deuda pública óptimo y vincular las decisiones del gasto público a lo largo del ciclo económico.
Solo el 15% de la inversión pública de los gobiernos subnacionales dependería del financiamiento del canon, no es muy significativo. Y solo algunas regiones son tremendamente dependientes del canon en proyectos de inversión como Moquegua con el 80%, por lo que en estos casos un esquema de transferencia adelantada sería interesante.
El peso de la confianza en el crecimiento económico del Perú
El ruido internacional ha afectado el componente de expectativas. Hemos visto que el indicador de confianza empresarial pasó de niveles elevados de 67 a 48 puntos, con lo que se ubica en zona de pesimismo. El problema es que usualmente los movimientos en el índice de confianza empresarial anticipan con dos trimestres las decisiones de inversión. Entonces, podría pensarse que hacia finales de año la inversión va a estar un poco más débil.
El segundo elemento que explica la desaceleración es una menor demanda por el lado externo, nuestras exportaciones han caído, y al comparar el primer semestre de este año con el mismo del año pasado, el PBI crece un punto porcentual menos, lo que se explica por las exportaciones y la desaceleración de la inversión. Es importante el rol que cumplen las expectativas en la economía. El “espíritu animal” de los inversionistas, como decía Keynes, es una variable determinante en las decisiones de gasto, y ello explica por qué la inversión es muchas veces el componente más volátil del PBI. Algo que eventualmente genere pesimismo podría desacelerar las decisiones de gasto por el lado empresarial.
Lo más importante es que Perú evite que se generen expectativas autocumplidas;
puede ser que la información sobre el contexto internacional no es tan grave, pero si se asimila como un problema serio los empresarios contienen el gasto, disminuye la inversión, el empleo, el consumo y la economía efectivamente se desacelera.
En ese entorno, esperaría que desde el lado fiscal haya más activismo, uno temporal. El Perú ya ahorró bastante en los últimos 12 años, ha reducido el endeudamiento público; entonces, podría diseñarse un plan de desarrollo agresivo de infraestructura que permita al Fisco gastar en el corto plazo para evitar que expectativas negativas se consoliden.