En los años setenta solo tres de cada diez mujeres en Perú tenía trabajo. Casi cincuenta años después, el 78% de mujeres trabajan. Sin embargo, aún queda un obstáculo enorme que superar: la brecha salarial.
No es secreto que nuestro querido Perú se acoge a una tradición patriarcal que beneficia a los hombres frente a las mujeres. El mundo, rebelde, no ha dejado de avanzar, y tales prejuicios comienzan a desvanecerse en el rincón de los recuerdos vergonzosos.
Sobre este tema, conversamos con Milagros Zegarra, Directora de Recursos Humanos de Sudamérica en Herbalife. Zegarra apunta que la brecha entre los sueldos de hombres y mujeres, hasta hace poco, ascendía al 30%. Hoy, la podemos situar en un 20%.
La razón, explica la experta, tiene que ver con la creciente preocupación por la equidad de género en las compañías alrededor del mundo. Y también con el empuje millennial.
A los millennials, asegura, no les importa cómo luces o vistes o si eres hombre o mujer, sino tu talento. Y esta filosofía es común en diversas startups. Incluso las que lo fueron hace solo algunos años y hoy son multinacionales como Facebook o Netflix.
Pero no basta con seguir el ejemplo de los grandes del extranjero. Es importante adoptar el pensamiento y comenzar con iniciativas propias.
Zegarra propone una serie de beneficios equitativos que nivelen la balanza, no solo salarial, sino la comodidad per se del trabajador en una empresa. Y estos beneficios deben apuntar a la igualdad, no ser exclusivos de mujeres, sino, en unos años, predice, la situación se invertiría.
Entre ellos, encontramos una licencia de paternidad que se equipare a la materna o diversos beneficios que estimulen el tiempo en familia tanto para padres como madres.