Muchos jóvenes que cursan estudios superiores en nuestro país ven truncados sus sueños de lograr un título universitario por falta de recursos económicos. Para ellos, un préstamo bancario no es la única alternativa.
Recientemente, han comenzado a operar fondos de inversión en capital humano en el mercado peruano. Juan Pablo Bustamante, CEO de Lumni Perú, nos explica cómo funcionan.
1. El contacto
El estudiante solicita el patrocinio del fondo de inversión indicando el monto que necesita para culminar sus estudios.
En el caso de Lumni, los candidatos -que deben cursar el cuarto o quinto ciclo de la carrera- pasan a un proceso de selección para elegir a los más “talentosos”.
“El fondo evalúa al candidato, no solo por sus notas, y calcula cuánto puede desembolsar. Entonces, lanza una oferta y el solicitante decide si es atractiva o no”, comentó Bustamante.
2. Pagas cuando trabajas
El estudiante paga el patrocinio del fondo de inversión cuando ingresa al mercado laboral.
“Una vez graduado, el beneficiado (por el fondo Lumni en capital humano) tiene hasta seis meses de período de gracia (sin cuotas por pagar)”, destacó el CEO.
3. Cuota fija
El patrocinado compromete un porcentaje de sus ingresos futuros para la devolución del financiamiento.
“Una ventaja es que el estudiante no deberá pagar una cuota fija, sino un porcentaje de su sueldo, que por lo general bordea el 15%. Siempre va a poder aportar de acuerdo a lo que gane”, apuntó el gerente.
4. Plazo
El estudiante devuelve el dinero a la administradora del fondo en un período equivalente a entre dos y dos años y medio por cada año financiado de estudios.
Es decir, si el patrocinio le permitió costear, por ejemplo, dos años de su carrera universitaria, el período de pago se podría extender hasta por cinco años.
Sobre este punto, es importante notar que el joven no podrá llevar un estudio de postgrado a tiempo completo mientras esté devolviendo el dinero recibido por el fondo.
5. Avales e intereses
A diferencia de un crédito bancario, el fondo de inversión no cobra intereses ni exige la presencia de un garante.
“Al no pedir avales, ningún padre o apoderado cargará con la responsabilidad del deudor”, resaltó Bustamante.