(Bloomberg).- Cualquier amante del vino con US$ 185,000 que le quemen en el bolsillo podría estar interesado en el lanzamiento de algo especial venido de Oceanía: una botella modelo Imperial de 6 litros del vino supuestamente más famoso de Australia, más un decantador de cristal artesanal cortado a mano para servirlo.
“Hemos embotellado algunos Imperiales antes”, dijo Peter Gago, principal enólogo de Penfolds, refiriéndose a la desmesurada botella, “más para añejamiento de largo plazo en nuestro museo. Cada tanto subastamos una, y se arma un pandemonio. Así que pensamos: ¿por qué no lanzar unas pocas botellas, y por qué no con una antigüedad discreta, como de 2012?”.
Solo cinco Imperiales de 2012 Penfolds Grange han sido puestos a la venta en todo el mundo. Como es casi imposible servir una copa con algún dejo de dignidad desde botellas de tal tamaño, Penfolds le pidió al fabricante francés de cristal Saint-Louis que hiciera un decantador apropiado. Saint-Louis es el más antiguo vidriero de Europa y está en el negocio desde los años 1500.
“Es realmente una pieza de arte”, dice el presidente de Saint-Louis, Jerome St. Lavergnolle, del producto, que lleva el título rimbombante de Aeveum Imperial Service Ritual. “Se hicieron más de 1800 cortes simples de diamante, uno por uno”.
Este maridaje costoso y único se dio a conocer en la capital de Australia del Sur, Adelaida, la noche del martes, en la cava de Penfolds, parte del acervo de marcas de Treasury Wine Estate.
El Grange es un shiraz emblemático de Penfolds, con una historia tan rica como su sabor. Creado en la década de 1950 por Max Schubert, el enólogo de la empresa, no podría haber tenido un peor debut. Los críticos lo detractaron, uno de ellos dijo que ninguna persona en sus cabales compraría ese vino, menos aún lo tomaría. Penfolds le ordenó a Schubert dejar de producirlo.
Sin embargo, Schubert hizo caso omiso de la orden de sus superiores y siguió produciendo el Grange en secreto. Resultó que el vino se añejó bastante bien. Pocos años más tarde, quienes primero lo criticaron fueron sus más devotos partidarios, de modo que Penfolds le pidió a Shubert que reiniciara la producción. Cuando reveló su escondite secreto, Shubert adquirió estatus de leyenda en la historia de la vinicultura australiana.
Este vino cosecha 2012 es el que más recientemente obtuvo puntaje perfecto de los críticos, y el enólogo jefe de Grange, Peter Gago, dijo que puede beberse enseguida o añejarse fácilmente por al menos medio siglo. Cuando salga a la venta hoy jueves 20 de octubre, la botella estándar de 750 mililitros se venderá al por menor en Australia por más de 900 dólares australianos (US$ 690).
Si usted quiere disfrutar del Saint-Louis sin estirarse hasta el Imperial, decantadores Penfolds más pequeños podrán adquirirse por US$ 2,100.