Estocolmo (Reuters).- Tres científicos estadounidenses ganaron el Premio Nobel de Física 2017 por inaugurar una nueva era en la astronomía al detectar las ondas gravitacionales, ondulaciones en el espacio y tiempo previstas por Albert Einstein hace un siglo.
El trabajo de Rainer Weiss, Barry Barish y Kip Thorne coronó cincuenta años de esfuerzos experimentales por parte de científicos e ingenieros.
Medir las ondas gravitacionales proporciona una nueva manera de observar el cosmos, ayudando a los científicos a explorar la naturaleza de misteriosos objetos como agujeros negros y estrellas neutrones. También puede permitir el acceso a los inicios del universo.
La primera detección de las ondas desató un furor científico cuando fue anunciado a comienzos del año pasado y los equipos involucrados en el descubrimiento han sido ampliamente considerados como favoritos para el premio del martes.
“Asistimos al amanecer de un nuevo campo: la astronomía de las ondas gravitacionales”, anunció a periodistas Nils Martensson, presidente interino del Comité del Nobel para la Física. “Esto nos enseñará sobre los procesos más violentos del universo y nos llevará a nuevas percepciones sobre la naturaleza de la gravedad extrema”, añadió.
Weiss dijo que el premio de 9 millones de coronas suecas (1,1 millones de dólares) es en realidad un reconocimiento a un millar de personas que trabaja en la detección de las ondas.
Dos instrumentos trabajando al unísono en Estados Unidos, el llamado Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser (LIGO, por su sigla en inglés), detectó las primeras ondas provocadas por agujeros negros en colisión. Una instalación europea hermana, conocida como VIRGO y ubicada en Italia, también detectó ondas más recientemente.
Las que han sido captadas hasta ahora provienen de muy distantes agujeros negros -aquellos extraordinariamente densos objetos cuya existencia también fue prevista por Einstein- que colisionaron para formar un agujero mayor.
Weiss cree que esto es sólo el comienzo. “Hay una gran cantidad de cosas en el universo que irradian ondas gravitacionales. Los agujeros negros son los más obvios pero hay muchas, muchas otras”, dijo en una conversación telefónica con el comité del Nobel.
Otros expertos comparten esta emoción y sostienen que LIGO y VIRGO ofrecen nuevas maneras de explorar la naturaleza fundamental del universo, lo que hasta ahora había sido imposible aún con los más sofisticados telescopios.
Debido a que las ondas gravitacionales son radicalmente diferentes de ondas electromagnéticas como las de radio, luz visible, luz infrarroja y rayos X, se espera que revelen asuntos que permanecían inaccesibles.