Se abre el telón y el público más exigente no tiene tapujos en decir si le gustó o no la obra, no espera hasta el final, lo dice en el momento y en voz alta. Así son los niños, ejercen su libertad a la hora de calificar una obra. El sector lo sabe y ha decidido allanarse a dicha demanda.
Sergio Llusera, director del Centro Cultural de la Universidad del Pacífico, manifiesta que el crecimiento de la afluencia se debe a factores como el deseo de estimularlos o el estilo de vida más contemporáneo, pues al trabajar ambos padres buscan en el fin de semana actividades significativas y generar así vínculos con los pequeños.
A eso se suma que los padres ahora investigan más sobre el contendido de la puesta, la estética y lo visual. “En los años 80, 90 e inicios del 2000 había malas copias de obras extranjeras, pero de pronto evolucionó y ahora se hacen puestas de altísima calidad con estética y construcción de dramaturgia propia. Eso hace que el consumidor exija más”, refiere Llusera .
Señala que en el Centro Cultural de la Universidad del Pacífi co se piensa en propuestas que apelen tanto al niño como al padre y que tengan un valor pedagógico. “Tocar temas como los temores que sienten los niños frente al descubrimiento del mundo, de manera lúdica y vinculado con la realidad peruana ha hecho que nuestra propuesta funcione”, afirma.
Mayor audiencia
Un ejemplo del crecimiento de la audiencia es el experimentado por el teatro de la Pacífi co, pues si en los primeros años contaban con el 50% de ocupabilidad, ahora va entre el 90% y 100%, detalla Llusera. Estima que por dos obras dirigidas a adultos hay una para niños, en el sector de los que tienen una programación regular. Claro, que las funciones para los menores solo se dan los fines de semana.
Precisamente, Els Vandell, directora artística de La Plaza Joven, se ñala que en los últimos dos años (2016 y 2015) el público ha crecido en 60% y para el 2017 esperan crecer en un 40%. Los motivos de este avance es el hacer obras de teatro que se adapten a diferentes espacios como el teatro La Plaza o el Pirandello.
A eso se suma la apertura de un horario especial para bebés. Al igual que convenios con colegios, entre otras opciones. Vandell sostiene que a la hora de realizar una obra infantil emplean el mismo sistema que para la creación de obras para adultos.“Contratamos a directores y actores del mismo nivel profesional y nos va muy bien”, refiere.
El reto, indica la directora artística de La Plaza Joven, es la estética y crear un mundo completo que convenza al niño. “Es un ritual maravilloso, en el que participan las familias y salen transformados con otro humor”.
Para Carlos Tolentino, director artístico del Centro Cultural El Olivar, el teatro para niños es un responsabilidad, que por suerte ha evolucionado en los últimos años. “En los años 80 se condicionaban en espacios de café teatro, se hacía como se podía”, recuerda.
Ahora, se presta atención a dos aspectos: es más selectivo, pues incluso se diferencia las obras por edades de los niños y por supuesto ha crecido la calidad, destaca el director artístico del Centro Cultural El Olivar.
Subraya que “no se trata solo de entretener, sino educar, formar al público infantil”, pues es una especialización. Además, observa que en el caso del centro cultural que dirige se presentan entre cuatro y seis obras al año.
El detalle es que el público no se restringe solo a los padres y los niños, pues Tolentino observa que suelen ir los pequeños con los abuelos, así como con sus niñeras, convirtiéndose en una experiencia enriquecedora.
Las claves – La Plaza Joven. Actualmente presentan la obra “Los Qupas” y “Como el agua”. En julio estrenarán “Los Pájaros” en el Pirandello. Esta última recrea la aventura de cinco pájaros que viven en un teatro y salen a conocer el mundo.
- Universidad del Pacífico. En el Centro Cultural actualmente presentan “Salvador”, la historia de un grupo de niños que no encajan en las convenciones sociales de lo que se considera normal.
- Centro Cultural El Olivar. Presenta “Confusión en el cuento”. Enredan los cuentos clásicos y sin darse cuenta van creando una nueva y divertida historia.