¿Fue difícil venir al Perú?
Fue un reto trabajar en una cultura distinta y adaptarme a la misma. Fue bueno encontrarme con gente comprometida. Creo que la principal característica del colaborador peruano es la alta capacidad de soportar tensión y adaptarse al cambio.

¿Usted es tan innovador como lo son sus empresas?
Me identifico con Sanofi. Ya trabajo 15 años y la adoro. Para eso es la innovación. Dentro de los nuevos proyectos debemos establecer una visión sobre hacia dónde queremos llegar, qué recursos necesitamos y monitorear los resultados. Allí entra mucha innovación, quizá lo que planeamos hace seis meses funciona distinto en la realidad.

¿El monitoreo es básico?
Hay una frase que siempre digo a mi equipo: “Lo que no se mide, no crece”. Tener un objetivo es básico, sino no sabremos cuánto vendemos y no identificaremos la oportunidad de mejorar.

¿El área familiar influye en el desempeño laboral?
Cuando entrevisto a candidatos para Sanofi siempre pregunto mucho sobre la vida personal del entrevistado. No creo que un ejecutivo que en su vida personal es un desastre pueda llegar a la vida profesional siendo extraordinario.

El comportamiento de un individuo afuera determina cómo se comportará dentro de la organización.

¿Cómo motivar a un colaborador cambiante?
Se trata de estar en una empresa muy dinámica. Nosotros acabamos de comprar una compañía de genéricos, puedes ir a cualquiera de las cinco firmas.

¿Por qué decidió trabajar en el rubro de la salud?
Estaba analizando qué quería hacer y buscaba alguna industria por la que yo me apasionase. Vi que el negocio de las medicinas era lo que yo buscaba porque tenía un sentido social, brinda salud, es una gran fuente de trabajo y las medicinas hacen la vida más fácil.

¿Se ha convertido en un experto en medicamentos?
Después de tantos años, tengo toda la información para saber cómo evaluar si un producto es bueno o no. Al final hay que respetar que no soy doctor.

¿Nunca deseó ser médico?
Nunca me llamó la atención. Mi mamá y mis amigos me llaman para que les recete: “Me duele acá, ¿qué hago?”, yo les digo que vayan al doctor. Me desmayo si veo un cuerpo abierto o un corazón latiendo.

¿Cuál es su hobby?
Soy un gran deportista, toda la vida he hecho maratones. Mi nuevo reto es hacer tres de 42 kilómetros. Con gente de Sanofi hemos corrido maratones en Estados Unidos. Fomentamos mucho el deporte. Tenemos torneos de futbol como cuatro veces al año.

¿Es bueno en el fútbol?
Malo, me gustaría decir que soy bueno, pero cuando llego con la camiseta y veo a mi equipo, les digo: “No se asusten, vengo a hacerles porras”.

El fútbol es como la gerencia, ¿usted es delantero o defensa?
Yo soy entrenador, porque a mí me gusta observar. Desde afuera, identifico al más fuerte del otro equipo y blindo más al mío.

CIFRAS
US$ 100
MILLONES proyectan vender al cierre del 2013. Hace cinco años las ventas alcanzaban los US$ 35 millones.

200
COLABORADORES pertenecen a la empresa que tiene más de 70 años en el país (desde 1945).

US$ 2 mlls.
DE INVERSIÓN tiene Sanofi en estudios clínicos en Perú. Se trabajó con 800 especialistas nacionales. Los peruanos beneficiados fueron 9 mil.

HOJA DE VIDA
Nombre: Gerardo de Eguiluz.
Cargo: Gerente general de Sanofi en Perú y Bolivia.
Nacionalidad: Mexicana.
Estudios: Lic. en Mercadeo, MBA, estudios en UCLA, University of Maryland e Incae.
Hobby: Correr en maratones de 42 kilómetros, triatlones, ironmans.