Por Pedro José Crespo
Hemos conservado la tradición, todo lo que hace mantener en orden un negocio, pero estamos acompañándonos con los avances tecnológicos del momento”, dice Santiago Queirolo, gerente general de Santiago Queirolo y tercera generación de este linaje, desde sus oficinas en Pueblo Libre.
“Hoy en día, la enología es como la medicina: no deja de avanzar”, comenta el ejecutivo, rememorando el inicio de su gestión, hace unos 25 años. Queirolo recuerda cómo junto con sus hermanos, Jorge y Francisco, –gerentes de producción y de logística, respectivamente– viajaron hacia las potencias vitivinícolas regionales y europeas, y notaron lo mucho que había por hacer. “Ahí nos propusimos renovar nuestra marca”, dice.
Su primera aventura fue la ambición de crecer. Duró un año la búsqueda de la zona más apropiada para sus nuevos viñedos, exploración encabezada por dos destacados enólogos franceses Jacques Blouin y Edmundo Bordeu. “Terminamos comprando 400 hectáreas de tierra en el valle de Ica”, recuerda.
Hoy, Queirolo no solo ha sumado 80 hectáreas nuevas a esos sembríos, sino que ha modernizado sus plantas, lidera el mercado con un 32% del market share, y está motivado con una mayor exportación de piscos y vinos, a pesar de que ya tiene presencia en nueve países del mundo. “Hemos abierto un departamento de Exportaciones y, con él, queremos asentarnos en Brasil, en más países de Europa y en Australia”, detalla el empresario.
Durante el 2012, su facturación fue de US$ 70 millones, pero el ejecutivo resalta que solo es el inicio. Para el 2013, calcula un crecimiento del 15%.