Nancy Portugal Prado
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Al cruzar las puertas del restaurante italiano Casagrande Davia’, se empieza a percibir un ambiente cálido. Si se encuentra en el local, Victorio Davia’, uno de los dueños del restaurante, lo acompañará hasta su mesa. Los mozos ofrecerán pan de levadura madre recién horneado y mantequilla de hierbas que se cultivan en el huerto del mismo local.

El siguiente paso será disfrutar de un abreboca que cambia todos los días. Puede ser, por ejemplo, un bonito hecho conserva, acompañado de pickles de veterraga y flores de pensamiento.

La identidad del restaurante es italiana y no quieren cambiarla. Es un restaurante pensado para que el comensal se sienta en casa. Sin embargo, su chef, Vladimiro Poma, revela que “siempre es posible poner algo peruano en la carta sin perder la esencia”.

Poma pone un ejemplo: “los ñoquis de camote se aprecian muy bien con salsa de anchoas y ajo. Puede ser un ejemplo de mezcla”.

Comensales
Hace dos meses que el restaurante abrió sus puertas y hoy atrae al público ejecutivo que transita por Miraflores. Ejecutivos de distintas compañías llegan para cerrar negocios a la hora del almuerzo. Los huéspedes de hoteles aledaños lo visitan en busca de recetas tradicionales italianas. Y las parejas pueden disfrutar de una propuesta que divide el menú en dos cartas, una para él y otra para ella.

“Los comensales varones prefieren platos con carácter y las mujeres, los sabores dulces. Generalmente, ellas pedirán un platillo más suave, con verduras y pescado”, revela Poma.

En la carta de mujeres, la caponata siciliana, mezcla de hortalizas que se disfruta con pan recién horneado, resulta una gran opción. En la de hombres, gobierna el pulpo, un plato muy intenso cocido como en el país vasco, con papa sancochada, una solución salina de 26% y chimichurri mediterráneo con aceitunas negras, y crema de hígado de pulpo.

El ticket promedio del restaurante bordea los S/. 120, sin incluir el vino. Esta bebida puede cambiar el precio considerablemente. La carta de vinos oscila entre S/. 100 y s/. 1,500.

“La carta de vinos es un 40% italiana. La idea es tener un 70% de etiquetas italianas en un año. Hay vinos latinos, europeos (españoles, alemanes y austriacos), y africanos (Sudáfrica). Los que más rotan son los italianos Azienda Agricola Arianna, Occhipinti, Zidarich, Gozzo y Gaya.