(AFP) Liz Derr tiene una propuesta para el presidente Donald Trump: en vez de gastar miles de millones de dólares construyendo un muro de concreto en la frontera con México, se puede hacer una barrera virtual.
Derr es fundadora y presidenta de Simularity, una empresa de computación e inteligencia artificial ubicada cerca de San Francisco, una de las ciudades santuario opuestas a la ejecución de este proyecto, que destaca entre las promesas de campaña del mandatario.
Trump prometió un “gigantesco y hermoso muro” a lo largo de los 3,200 km de frontera con México, de los que 1,100 ya tienen algún tipo de cerca divisoria.
La obra de ingeniería costaría al menos US$ 15,000 millones, según proyecciones de la firma consultora Bernstein Research, y unas 700 empresas ya se anotaron en la lista de interesados para ganar el jugoso contrato.
“Podríamos ahorrar al menos 90% de las estimaciones actuales del costo de un muro físico”, aseguró Derr, que calculó que su proyecto podría costar US$ 1,350 millones.
La propuesta de Derr no requiere miles de trabajadores que levanten la barrera de concreto, sino que se basa en el análisis de imágenes de satélite, cámaras y drones, y en la señal de sensores ubicados a lo largo de la línea divisoria para detectar patrones anómalos.
Derr menciona como ejemplo los traficantes de drogas o armas, aunque igualmente el sistema serviría para identificar a indocumentados que crucen por sendas clandestinas.
“Nuestra tecnología ha demostrado que detecta anomalías en imágenes de satélite para la seguridad fronteriza de otro país [Arabia Saudita, aún en fase de pruebas]. Sería más eficiente que un muro físico, porque podría identificar las amenazas antes de que lleguen a la frontera y no podría eludirse tan fácilmente”, añadió.
El primer proceso de licitación para el muro fue uno de hormigón y, aunque existe la posibilidad de concursar proponiendo otros materiales, Derr explicó que no aparece la opción de un muro virtual.
“En este momento estamos fuera de la competencia, ellos quieren una estructura física”, explicó Derr, quien se definió como una persona “proinmigración” y calificó la idea de separar la frontera de “irrealista e innecesaria”.
Un grupo de legisladores californianos presentaron esta semana un proyecto de ley a nivel estatal para castigar a cualquier compañía que trabaje en el proyecto del muro.