Si desea ponerse en forma, forme una banda de rock y elija la batería. Esa es la combinación perfecta.

Según los estudios de Marcus Smith, especialista en medicina deportiva de la Universidad de Chichester de Inglaterra, un baterista puede quemar entre 400 y 600 calorías en un concierto, las mismas que un futbolista de la Premier League en una hora de juego.

El descubrimiento es el resultado del seguimiento de la labor de Clem Burke, baterista de la banda Blondie. Smith registró que el ritmo cardiaco del músico subió en promedio a 150 latidos, con picos de 190, cuando lo usual es entre 80 y 90.

Para medir su desempeño físico, los doctores lo conectaron a un equipo que evaluó su ritmo cardíaco, el consumo de oxigeno y los niveles de ácido láctico en la sangre.

En declaraciones a BBC Mundo, el doctor Smith afirmó que para un futbolista de la Premier League un partido cada dos semanas es agotador, mientras que los músicos en gira deben tener el mismo rendimiento todos los días, a veces hasta por varios meses.

El monitoreo a Clem Burke formó parte de un proyecto de ocho años que busca crear programas de nutrición para músicos de alto rendimiento similares a los de los atletas, y cursos de educación física para niños con sobrepeso que no muestran interés por los deportes.