Hoy las modelos no tienen que caminar con un portafolio de sus fotos bajo el brazo. La mejor carta de presentación son sus cuentas de Instagram, donde comparten su trabajo en pasarelas, además de su día a día lejos del glamour.
Ellas hace mucho fueron denominadas “Instagirls” por Vogue. Las pioneras de la tendencia fueron Cara Delevingne, Karlie Kloss y Jordan Dunn, quienes tienen millones de seguidores y ganan miles de likes con cualquier imagen.
Pero hoy existe una oleada más fuerte de modelos que reinan en esta red social. Y las peruanas no se quedan atrás.
Efraín Salas, director del LIF Week, y Anny Vela, fashion blogger, compartieron algunos nombres de sus “Instagirls” nacionales preferidas, entre las que destacaron a María José Vega, Adriana Seminario, Lorena Larriviere, Juana Burga y Maple Sam.
Con selfies, imágenes en la playa y con sus mascotas, las cinco han conseguido miles de seguidores y corazones (“me gusta”) que no dejan de palpitar
por ellas.
Nuevo mercado
En la era del arroba, muchas campañas de publicidad inician en Internet. Ahí consiguen los rostros adecuados para las marcas, otra razón de peso para que las “Instagirls” creen su propia identidad.
Además, muchas de las campañas son inherentes al mundo digital. Por ejemplo,
Ana Cheri, reconocida modelo con casi seis millones de seguidores en Instagram, ganó casi US$ 4 millones por promover en fotos de su red social
suplementos alimenticios de la marca Shredz.
En tanto, Adriana Seminario trabaja con Adidas, Armani Exchange, H&M, entre otras. Así, la autopromoción a través de Instagram está sirviendo de catapulta a aquellas modelos que saben combinar el día a día con sus trabajos.