Comer solo puede ser bastante aburrido. Algunos, incluso, prefieren ordenar comida por delivery antes que sentarse en un local sin un acompañante al lado.
Sin embargo, en otras ciudades existen restaurantes con mesas para una persona cuyas reservas suelen agotarse rápidamente.
El primero en abrir sus puertas fue “Een Maal” –que en holandés significa ‘Una vez’– con un concepto pop-up. Es decir, se caracteriza por ser itinerante (no tiene un local fijo) y temporal (su permanencia en un mismo lugar es corta).
“Esta experiencia rompe la percepción de que comer fuera de casa solo no es muy atractivo. Permite desconectar por un tiempo de un mundo hiperconectado sin la sensación de sentirse fuera de lugar”, explica Marina Van Goor, la creadora de este concepto.
Silencio y lectura
En todas sus presentaciones – pasó por Ámsterdam, Londres, Berlín, entre otras ciudades –, “Een Maal” contó con una decoración minimalista para no distraer la atención de la comida.
Además, en este local, el uso de los smartphones es restringido: los mozos ofrecen intercambiarlos por un libro o una revista mientras se permanezca allí.
División y silencio
El restaurante “Ichiran” se ubica en Japón, Hong Kong y Estados Unidos, y lleva el mismo concepto. Sin embargo, aquí no hay mesas, sino recintos o cajas llamadas “cabinas de concentración de sabores” para una sola persona. Y estas casi imposibilitan el contacto con el entorno, pues hay divisiones entre los sitios (ver foto). Además, no hay mozos: las sopas ramen se piden a través de una hoja.
El negocio
Los restaurantes para uno han resultado ser negocios rentables. Y es que si bien cada mesa es ocupada por una sola persona, esta no conversa con nadie, por lo que consume rápidamente su pedido dándole pase a otras. Además, ambos tienen cartas muy reducidas.