Mientras el grupo Prada adquirió el año pasado el 80% de Pasticceria Marchesi, una cafetería ubicada en Milán cerca de 200 años; LVMH -organización que posse marcas exclusivas como Louis Vuitton y Givenchy- compró la pastelería Cova y apuesta por el crecimiento del negocio.
Paralelamente, el diseñador Brunello Cucinelli está en pleno trámite para la compra de terrenos para la producción de aceite de oliva, y la cadena italiana de productos orgánicos BioNatura fue comprada por Renzo Rosso, fundador de marcas como Diesel y Marni.
En materia de vinos, como señala el diario El Mercurio de Chile, Gaetano Marzotto, responsable del clan que desarrollo Valentino y Hugo Boss, está a cargo de la etiqueta Ca’ del Bosco; y desde Ferragamo crearon II Borro y Castiglion del Bosco.
Este escenario revela, sin duda, que los productos ‘gourmet’ se han convertido en un terreno crecientemente atractivo para las marcas de moda de lujo, sobre todo, en Italia.
Como añade el medio chileno, para el responsable de banca de inversión de Bank of America Merrill Lynch en Milán, Diego Selva, los artículos de lujo y los productos ‘gourmet’ cuentan con un común denominador: atractivo y exclusividad. “Una barrera importante es la distribución y presencia internacional”, cita Expansión.