El chef holandés Diego Buik acaba de entrar en el Libro de los Récords Guinness gracias a un sándwich.
Pero no se trata de cualquiera, sino que de la hamburguesa más cara del mundo, que alcanza las 1.785 libras esterlinas (apróximadamente US$ 2,250).
El sándwich está elaborado con langosta del río Oosterschelde, caviar, foie gras, trufa y hojas de oro comestible. La carne, por su parte, es una mezcla de wagyu japonés envejecido y filete negro de ternera Angus.
Asimismo, contiene queso Remeker artesanal, tomates japoneses y jamón serrano. La salsa lleva café de Jamaica Blue Mountain, vainilla de Madagascar, azafrán, soya de Japón y lechuga.