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El contraste entre el nepotismo, el atrincheramiento a nivel directivo y la corrupción imperantes en la FIFA, y su logro en difundir la versión británica del fútbol, es sorprendente y demuestra que la organización tiene enormes puntos fuertes y a la vez defectos atroces, revela un informe del Financial Times.

Ventajas
La FIFA tiene dos ventajas competitivas frente a los organismos deportivos de EE.UU. La primera es que el fútbol está integrado: los partidos amateur y profesionales están regidos por asociaciones. Ligas de fútbol profesional como la Serie A italiana y la Bundesliga alemana son poderosas y sus equipos son ricos, pero no controlan el deporte a nivel nacional.

Además, constituye una enorme diferencia en lo que respecta a los incentivos: las ligas existen para defender sus propios intereses y los de los equipos que pertenecen a ellas, mientras que la labor principal de las asociaciones es promover el deporte. La segunda ventaja es que es multinacional: promovió de forma sostenida el fútbol en mercados emergentes antes que multinacionales como Coca-Cola y Adidas. Se adaptó antes al cambio en la economía global.

Estas características han fortalecido al fútbol y han hecho que sea un deporte de alcance global. Un ejemplo de ello es la expectativa que genera la Copa del Mundo.

Organización
Pero todo esto podría venirse abajo por los defectos de la FIFA. Desde 1961, cuando se reformó, ha sido dirigida con una estructura que parece idealmente diseñada para fomentar el amiguismo y la disfunción.

“La FIFA es una organización cuyos miembros se apoyan mutuamente. Los que están en el centro reparten recompensas financieras a los de la periferia, que son los que eligen a los primeros”, señala Roger Pielke, docente de la Universidad de Colorado.

La publicación explica que la FIFA no tiene un consejo de administración que supervise a su presidente y a sus ejecutivos. En lugar de ello existe un “comité ejecutivo” de 24 miembros formado por representantes de asociaciones nacionales de fútbol al que se le acusa de corrupción y que ejerce el favoritismo de una forma opaca.

Al igual que los anteriores presidentes de la FIFA, Joseph Blatter ha explotado esta situación para su propio provecho. Recomiendan poner fin a esta estructura, pero se mantiene, porque beneficia a muchos de sus miembros.

CIFRAS Y DATOS

Alcance. El fútbol acaparó el 43% del mercado mundial de eventos deportivos en 2009.

Tras escándalo. FIFA observa a EE.UU. como posible relevo de Qatar 2022.

Permanencia. Blatter aspira a su quinto mandato en la FIFA.