El nombre del proyecto viene por la forma que tienen los módulos, dado que se trata de semiesferas o cúpulas (dome en inglés), y es el mismo que la empresa a la que se le ha ocurrido. La idea: que sean módulos de construcción y transporte sencillos, que puedan expandirse y estructurarse a gusto del usuario y que además sean eficientes a nivel energético.
Dodecaedros modulares a gusto del consumidor
Los materiales de construcción son sobre todo metal, madera y policarbonato. Hay distintos modelos según el ambiente que elijamos y el diseño que nos guste más, pero la estructura básica consta de una base de 24,9 metros cuadrados por módulo (unos 6 metros de diámetro) a base de acero galvanizado, una estructura de madera (resistente a la humedad) y módulos transparentes u opacos (de policarbonato termoformado o PMMA con una capa de lana mineral o aluminio) de 23 milímetros de grosor y resistentes a la radiación ultravioleta.
De momento hay cuatro tipos de Smartdome: Skydome (con algo de elevación), Aquadome (para entornos con paso de agua), Treedome (que incorpora vegetación) y Snowdome (para ambientes de más frío en los que hiele o nieve). De hecho la compañía tiene por objetivo liderar la producción de casas térmicas en entornos como los Alpes, algo que pondría a prueba sin duda el aislamiento térmico.
Menos que una casa pero más que una tienda de campaña
Con respecto a la eficiencia energética, según explica Željko Hočevar (de Smartdome) en Inhabitat, se combina la eficiencia técnica con el no suponer un impacto en el entorno, además de aprovechar los recursos (como el agua de lluvia que decíamos). El aspecto energético radica en los materiales, dado que el aislamiento ayuda a reducir el consumo energético (según apuntan).
Eso sí, para recuperar la calidad del aire indican que el 70% del mismo debe ser renovado cada hora, por lo que habrá que abrir las ventanas un rato cada 60 minutos o bien instalar un recuperador, según indican.
¿Y el precio? El precio base es de 19.900 euros (no está disponible en la web, pero responden a las consultas sobre ello). Desde luego la idea es original y puede hacernos disfrutar un entorno privilegiado de naturaleza (donde se permitan estas edificaciones), con 25 metros cuadrados de casa cuya edificación, según la empresa, no requiere conocimientos avanzados en ingeniería o construcción.