Antes, los directores de arte quedaban relegados en las agencias de publicidad: solo ilustraban las ideas que formulaban creativos y redactores, los artífices de las campañas. Sin embargo, la necesidad de una comunicación más visual e integradora los involucró plenamente en el proceso creativo.
Así, hoy el director de arte se encarga de todo el desarrollo de la parte gráfica, desde el concepto inicial hasta la realización final.
Eduardo Meza y Tay Pan Chu cubren este puesto en las agencias JWT y Publicis, respectivamente. Y más allá de realizar funciones similares, coinciden en que su pasión por el dibujo empezó cuando solo eran niños.
Gestión conversó con ellos para conocer sus funciones y los retos que afrontan en el día a día.
Línea trazada
Eduardo “Poke” Meza tiene casi diez años trabajando en JWT y unos 20 de experiencia en el mundo de la publicidad. Por ello, tiene claro el panorama en su campo.
“En este puesto se debe dirigir para marcar una ruta del diseño, supervisar y delegar, pues cada miembro del grupo, cada diseñador, tiene una fortaleza diferente, como ilustrar, retocar o quizás animar”.
Comenta que es un trabajo apasionante, aunque conlleva una gran responsabilidad al estar expuesto a la atención de los consumidores. Y, con ello, a la crítica.
“Este trabajo está en la mira de las opiniones, es fácil de comentar o juzgar, pero debemos convivir con eso, además de la frustración, en algunas ocasiones”.
Pasión y variedad
Tay Pan Chu deja claro la diferencia entre un director de arte y un artista: “Ellos trabajan lo que sienten, nosotros lo que el público quiere ver”. Así, explica que la comunicación que él ve se expresa y trabaja de manera diferente en variadas plataformas.
Para ello, el director de arte de Publicis sostiene que una campaña debería trabajarse en dos semanas, aunque son pocas las veces que cuentan con tantos días para ello.
No obstante, Tay asegura que esta es una labor apasionante para quienes aman el diseño: “No te aburres ni saturas con las cuentas. Al contrario, ves marcas de rubros y públicos objetivos diferentes. Todo es muy divertido”.
Eduardo “Poke” Meza de JWT
Para Eduardo Meza, un director de arte debe ser camaleónico. Así, puede saltar entre marcas de chocolates y galletas hasta entidades financieras, como él lo hace continuamente en JWT.
A este rubro, justamente, le tiene un cariño especial, pues en el 2011, con Interbank, ganó un Cannes de Plata en la categoría Gráfica.
“Nos obsesionamos con ganar estos premios, pero el mayor galardón para nosotros es conseguir una campaña que conecte con la gente. Esa es la mayor satisfacción”, expresa.
Para ello, cuando una marca llega a la agencia con algún proyecto, “Poke” prefiere primero solo escuchar los objetivos de los clientes. Después, suele alejarse para pensar: “Primero asimilo y luego trabajo en equipo. Entonces, me encanta hacer un ping-pong con la gente. Así se llega muy lejos”.
Tay Pan Chu de Publicis
Tay Pan Chu suma 12 años en Publicis y unos 18 en la publicidad. Su mayor logro fue ganar un premio Cannes de Oro por una campaña gráfica para la Tinka en el 2014.
Afirma que conseguir este galardón fue gratificante, aunque las campañas más queridas no necesariamente van ligadas a los premios.
“La respuesta del consumidor influye mucho. Para mí es gratificante cuando hablan de un trabajo en las redes sociales”, señala.
Hoy, una de las campañas que más le apasiona es Pilsen Callao, pues es lúdica y les permite innovar.
“Con esta y otras campañas, se debe trabajar mucho. Un director de arte debe tener talento para comunicar, sentido estético y empuje constantemente”, complementa.