Nancy Portugal Prado
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De color amarillo claro y textura redonda y fresca, el champán, bebida francesa de la región de Campania, es sinónimo de celebración, lo que lo convierte en la bebida predilecta de Año Nuevo.
Un champán premium no es barato. Sébastien Estivie, senior brand manager de Moët Hennessy, destaca que “existe una demanda mayor a la oferta, lo que genera que una hectárea supere los US$ 1.3 millones”.
En el Perú se puede encontrar etiquetas desde US$ 40. Sin embargo, los champanes de mejor calidad están alrededor de US$ 80. “El peruano es un consumidor curioso, que bebe alrededor de un litro al año”.
“Se deben dibujar burbujas finas y constantes, como una máquina encendida. Debe brillar y ser muy limpio, sin restos sólidos. En nariz, debe oler a mantequilla, maracuyá, plátano o lima; a vida”, describe el sommelier José Bracamonte.