El elevado gasto público para el torneo internacional Copa Confederaciones y las expropiaciones llevadas a cabo en seis ciudades sedes motivaron masivas protestas en Brasilia, pocas horas antes del partido inaugural entre Brasil y Japón.
A pesar de las extremas medidas de seguridad, al menos mil personas llegaron hasta las afueras del estadio Nacional para expresar su desacuerdo contra el gobierno de Dilma Rousseff por los altos gastos efectuados para realizar eventos deportivos.
Los manifestantes impidieron la libre circulación de vehículos y desplegaron alrededor de 200 neumáticos a los cuales prendieron fuego momentos previos al primer encuentro futbolístico poniendo en alerta a la organización de la Copa Confederaciones, uno de los eventos de la FIFA más relevantes después de Copa Mundial de Fútbol, que tendrá lugar también en Brasil el 2014.
Según el Movimiento Sin Techo, las referidas expropiaciones han dejado en la calle a cerca de 50.000 personas, quienes no reciben ningún tipo de atención por parte del Gobierno, que “gasta millones en un campeonato de fútbol”
La relatora de la ONU sobre el Derecho a la Vivienda, Raquel Rolnik, lamentó en un comunicado que “los grandes eventos deportivos resultan muchas veces en desalojos forzados”.
En efecto, esta situación ha desencadenado el malestar de nutridos grupos de personas que lamentaron la amplia brecha de desigualdad existente en un país considerado como el más democrático del BRIC.
Sao Paulo
El aumento de los precios del transporte ha despertado indignación en Sao Paulo, donde el pasado jueves las protestas fueron duramente reprimidas por acción policial.
El hecho ha desencadenado diversas críticas contra las fuerzas del orden, que radicalizaron la represión con el arresto de manifestantes y hombres de prensa. Pese a ello, el Movimiento Pase Libre, que organizó la protesta, convocó a nuevas manifestaciones para hoy lunes en Sao Paulo.