Cada vez más, las marcas enfrentan el reto de acercarse a un consumidor en constante cambio, sobre todo en un entorno en el que la tecnología ha dado lugar a nuevas plataformas.
Así, la cantidad de estímulos es enorme: un ama de casa recibe al mes más de 2,000 impactos publicitarios. Por lo que no puede prestarles atención a todos por igual.
“Si en TV sale un spot mientras cocina, quizá no le haga caso, de ahí que las marcas necesitan ofrecer contenidos relevantes para captar atención”, cuenta la directora de Datum, Urpi Torrado.
Precisamente, según un sondeo de dicha encuestadora, si bien más de la mitad de peruanos reconoce que la publicidad ha cambiado, solo tres de cada diez le prestan atención. En esa línea, cerca de la mitad asevera que, aunque ve publicidad, no la considera; y dos de cada diez la evitan. Según Torrado, los jóvenes son quienes menos atención le brindan dado su alto nivel de exposición.
El problema no es que los consumidores sientan que las marcas no les hablan directamente. Casi seis de cada diez aseveran que sí lo hacen. De hecho, dentro de ese grupo, el 66% afirma que la comunicación se está volviendo más sensorial.
“Más allá de comunicar los atributos funcionales de una marca, la publicidad necesita apelar a las sensaciones para conseguir conexión con el consumidor”, complementa Torrado. Así, el fondo musical de un spot puede evocar emociones positivas que luego el consumidor relacionará con la marca.