Juan Bruno, ingeniero de sistemas de profesión, decidió renunciar a su puesto de trabajo en la Universidad de Lima y creó “Taxi Rider”, el primer servicio digital de transporte de capital 100% peruano.

Este emprendedor, junto con su hermano Emilio, identificó la necesidad del mercado limeño de un servicio de taxi seguro, rápido y confiable. A pesar de que existen otras empresas similares como Easy Taxi, Cabify o Uber, la demanda sigue siendo insatisfecha.

Así, se aventuraron, como muchos peruanos, a constituir su propia empresa. Crearon la aplicación móvil, con el asesoramiento de una compañía americana, y empezaron la búsqueda de afiliados, personas puedan “taxear” un mínimo de cuatro horas diarias.

En total, invirtieron unos US$ 10,000 en la constitución de Taxi Rider. Tienen mes y medio en el mercado con la aplicación móvil, operativa para Android y iPhone, y cuentan con casi 80 afiliados, que incluyen a médicos y abogados.

“El app es dinámico, la puedes “setear”, configurar a tu medida y hacer una reserva. El afiliado está dentro de la ciudad de Lima y el cliente automáticamente pide el servicio e identifica a los cinco primeros taxistas que estén a cinco kilómetros de radio… Estamos hablando de llegar al pasajero en 15 a 20 minutos”, explica Bruno.

A más afiliados, menor tiempo de espera. Además, el call center funciona las 24 horas del día, monitoreando las solicitudes.

A fin de año, esperan cuadriplicar el número de afiliados e ir consolidándose en la plaza limeña para mirar otros mercados.

“Crear empresa en el Perú es un poco complejo porque a la hora no te dan los requisitos claros y eso va dilatando el proceso… Todo cambio significa sacrificio. Estoy encantado de llevar este proyecto”, señaló Juan.