Una investigación reciente señala que los me gusta –o cualquier tipo de devolución positiva brindado a una publicación en las redes sociales– puede ser muy estimulante para los adolescentes. El mismo centro de recompensa en el cerebro que está vinculado a la sensación de placer o es activado por pensamientos sobre sexo, dinero o helado también es activado por los “Me Gusta” en las redes sociales.
Según publica el New York Times, los resultados provienen de un estudio en la revista Psychological Science publicado por un grupo investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles, quienes realizaron un experimento en el que recrearon una red social como Instagram para compartir fotografías.
Para el estudio, según explica el diario estadounidense, los investigadores reclutaron 32 personas entre 13 y 18 años y les dijeron que estarían participando en una pequeña red social modelada tras Instagram, en la que amigos o seguidores podrán endorsar una imagen o video al clickear un ícono con forma de corazón.
Los científicos pidieron que los sujetos contribuyen sus propias fotografías y les hicieron ir a un laboratorio para mirar cerca de 150 imágenes –incluyendo situaciones cotidianas y otras con comportamientos “más arriesgado”, así como sus propias fotos– mientras su actividad cerebral era analizada mediante la composición de imágenes por resonancia magnética.
Como parte del experimento, los adolescentes también podían ver cuántos “me Gusta” les eran dado a cada una de sus fotos. Aunque fueron los investigadores que atribuían la cantidad específica de “Me Gusta”, los adolescentes pensaban que estos venían de sus compañeros del estudio.
De acuerdo al New York Times, cuando los jóvenes veían que su cantidad de “Me Gusta” subía, mostraban una mayor actividad en las regiones neurales del cerebro involucrada con los procesos de recompensa, reconocimiento social, imitación y atención, a diferencia de lo sucedido cuando veían imágenes con menos “me gusta”.
El efecto, según el estudio, crecía una vez que los jóvenes veían una imagen que ellos mismos habían traído al estudio con más “me gusta”.
A su vez, los adolescentes eran más proclives a darle “me gusta” a una imagen que ya contara con una docena de ellos, aunque sea una foto banal de un plato de comida o un par de lentes de sol. Si la misma imagen no tenía tanta aprobación, era más raro que le otorgen un “me gust, indicó la investigación.
“La conformidad es parte de la adolescencia y parte de eso es normal “, dijo la líder del equipo de investigadores, Lauren Sherman, que prefiere el término “ influencia de pares” a “presión de grupo”. “Es la forma en la que los adolescentes aprenden las reglas de cómo comunicarse y cómo se desarrollan las relaciones”.
“Los ‘me gusta’ sirven como una señal social, orientándolos a que es cool o socialmente apropiado”, dijo Sherman. “El aprender sobre el mundo social es una tarea muy importante de la adolescencia”.
Diario El Observador de Uruguay
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)