Un reciente estudio de la división de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL, con siglas en inglés) del MIT ha demostrado que los humanos confían en el liderazgo de los robots y estaría más contentos si éste fuera su jefe.
El estudio se hizo para observar hasta qué punto los seres humanos conviven o toleran a los robots en sus lugares de trabajo, ya que esta nueva tecnología ha entrado con fuerza a simplificar los procesos de las fábricas.
“Hemos descubierto en realidad que al dar mayor autonomía a las máquinas, ayudamos a los humanos a trabajar de forma más fluida con los robots”, explica Matthew Gombolay, líder del proyecto, en entrevista con MIT News.
Según ABC.es, el equipo de Gombolay reunió diversos grupos compuestos por dos personas y un robot. Después, se les asignó condiciones de trabajo. La primera, el sistema manual, dónde el liderazgo era de una de las dos personas; la autónoma, en el que el robot asignaba las tareas; y semiautónoma, un humano y un robot dirigían el equipo.
La manera autónoma de trabajar fue la que más funcionaba para las personas. Los grupos que trabajaron bajo esta modalidad refirieron que los robots “los entendían mejor” y lograba que el equipo sea más productivo.
El poder
Los resultados de este estudio no sugieren que se le de todo el poder a las máquinas. De hecho, los robots trabajan de acuerdo algoritmos que son diseñados por humanos, por lo que tienen límites como cualquier tecnología y se acomodan a las necesidades y emergencias del equipo de trabajo. Una ventaja que explica de manera más simple por qué los trabajadores los prefieren por encima de sus jefes de carne y hueso.