Google no deja de crecer. No solo en productos y nuevos proyectos, sino en infraestructura también. Tanto, que ya se puede decir que formará una ciudad completa.

Hace poco se supo que el buscador había adquirido un aeropuerto al este del Googleplex, en California. Aún no se sabe cuál es el propósito de la enorme propiedad pero se cree que tiene que ver con los proyectos de autos que viene desarrollando y con la fabricación de robots de la que también se ha hablado hace poco.

Actualmente, Google posee la décima parte de Monuntain View y se va haciendo más grande. Sin embargo, este crecimiento puede ser muy bueno para la empresa y para su proyectos más ambiciosos, pero los vecinos de esta zona no piensan lo mismo.

Mike Kasperzak, miembro del Consejo de la ciudad, está orgullosos de llamar a Google su vecino, pero señala que la presencia de la empresa no es la bonanza económica que todos piensan . El problema parece radicar en que la presencia de los trabajadores de Google no representa ninguna opción de negocio para los demás habitantes de la zona, ya que tienen de todo en la empresa y no pagan impuestos. “Yo no quiero que se vayan , pero no son la fuente de ingresos que todo el mundo piensa que son”, dice Kasperzak.

Según el portal de tecnología The Verge, Google posee o alquila casi todos los edificios de oficinas al norte de la autopista 101, una zona conocida como North Bayshore. La importancia de este dato es que la carretera 101 conecta San Francisco con el resto de la bahía de San Francisco. Por su diseño hay poco o nada de la vivienda en North Bayshore, y todo el tráfico dentro o fuera de Google tiene que ir a través o por medio de la carretera 101. A medida que Google crece, el tráfico se vuelve insoportable para las pocas personas que viven en el lugar. “Es una playa de estacionamiento “, dice Jac Siegel, un vecino de la zona. “Yo vivo en una calle lateral, y hay veces que ni siquiera puedo salir de mi camino para llegar a la calle, eso es lo malo que ha llevado.”

Sin embargo, Google parece no dar indicios de dejar de crecer. El principal miedo de los habitantes de la zona es que todo se convierta en una suerte de “Villa de Google” ya que sus trabajadores viven allí con sus familias. Los miembros del Consejo ya han frenado muchos de los proyectos de la empresa, un hotel, nuevas casas y otras construcciones que preocupan a los habitantes por su impacto en la naturaleza y fauna de la zona.

Finalmente, según el reporte de The Verge, los vecinos no tienen mucho que hacer frente al poder de la empresa. La zona se ha ido convirtiendo en una suerte de hotel en la que los trabajadores pasan la mayor parte del tiempo en sus labores y no aportan mucho a una comunidad que va perdiéndose en el crecimiento del gigante tecnológico.