Martes, 14 de julio del 2015
Banco Mundial - Oportunidades de Desarrollo
El Sur: motor del crecimiento mundial
Un análisis para entender cómo América Latina ha salido del hoyo y no tiene intenciones de volver a él.
Diversos informes del Banco Mundial han alabado la forma en la que creció la influencia de las economías emergentes en los últimos años. El más reciente: América Latina y el ascenso del Sur, señala en un balance optimista que los cambios han sido profundos y, muy probablemente, permanentes.
El voto de confianza para las economías emergentes se sostiene en las cifras que muestran mejoras en la distribución de la población, según el ingreso de los países. Así, en 1990, el 62% de población mundial vivía en países pobres, mientras que, para el 2010, el 72% de la población mundial estaba en países de ingresos medios.
El panorama ciertamente cambió, pues el crecimiento de América Latina (y Asia) coincide con la crisis de las clásicas potencias. Alberto Rodríguez, Director del Banco Mundial para los países andinos, explica que en los últimos años hubo una caída en la importancia de la participación de los siempre llamados países ricos a causa de la crisis. “Tenemos una Europa en una crisis que va a cumplir 10 años, y a los EEUU que está apenas empezando a despertarse de un proceso muy largo de crisis, en donde todavía los analistas no pueden asegurar muy bien a dónde va a pesar de que algunos elementos de confianza saltan a la vista”, señala.
Si bien el informe resalta que el ascenso del Sur ha dejado una marca notable en la economía mundial, también destaca las reacciones distintas de las economías latinoamericanas. El shock de demanda que empezó hace más de una década –y que derivó en un aumento del precio de las materias primas– impactó de manera diferenciada en cada país, debido al tamaño de su economía y las particularidades de su geografía y estructuras productivas.
El impacto negativo en las exportaciones de las manufacturas fue más fuerte en el Caribe, América Central y México, en cambio el impacto positivo en las exportaciones de materias primas agrícolas y minerales fue considerable. Con la reconfiguración económica surgieron también nuevas formas de comercio y la integración a las Cadenas Globales de Valor (CGV). En esto, según el mismo informe, México y América Central se han integrado de mejor manera a dichas cadenas, al ser países manufactureros. Los países exportadores de materias primas han logrado colocarse en ellas, pero sólo en el primer eslabón de la cadena.
Finalmente, según dicho documento, las bajas tasas de ahorro de un país condicionan los resultados macroeconómicos, y en ese sentido hay cuatro países que aparecen como ahorradores en exceso: Chile, México, Panamá y Perú.
La desaceleración es solo un tropiezo
El Fondo Monetario Internacional pronostica que el crecimiento en América Latina y el Caribe será menos del 1% el 2015, pero que se recuperará, aunque moderadamente, en el 2016.