El presidente del comité vitivinícola de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Pedro Olaechea, consideró que el nuevo impuesto selectivo para las bebidas alcohólicas, que busca controlar la externalidad negativa que conlleva su consumo, no va a tener un efecto mayor en la recaudación.
En ese sentido, afirmó que “el diseño del tributo deja mucho que desear, porque no cumple con tres criterios principales que debe tener este tipo de impuestos: no interferir la marcha del mercado, cubrir la externalidad en lo posible y ser de fácil administración”.
También, manifestó que la ley le abre las puertas de a la adulteración, pues es muy delicado manejar los impuestos que afectan los diferenciales de utilidad. “Tenemos un impuesto mal diseñado. Con intensiones muy sanas, muy buenas, pero no va a funcionar”, resaltó.
Para Olaechea, la clave está en tener un impuesto de tasa fija por un tema de facilitar la administración de la estructura tributaria, pues no estamos en capacidad de hacerlo. La complejidad administrativa aduanera propicia efectos negativos solamente en el sector formal, de modo que facilita la actividad informal.
“La SNI no puede hacer nada más que advertir que este no es un impuesto promocional, va a afectar la industria nacional, va a aumentar la adulteración y subvaluación. Vamos a ver cómo se destruye todo porque simplemente se ha diseñado un impuesto que va a favorecer a la gente que quiere delinquir”, finalizó.