Caracas, (AFP).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó este martes a dirigentes opositores de planificar hechos de violencia el jueves en una marcha en Caracas, buscando propiciar un golpe de Estado, y les amenazó con prisión si estallan disturbios.
“Hay que derrotar el golpe de Estado sin impunidad. El que se meta en el golpe, o llame a la violencia, va preso, caballero. Chillen, lloren o griten, ¡presos van!”, advirtió Maduro, sin dar nombres, en un discurso ante una multitudinaria concentración del chavismo en Plaza Caracas, en el centro de la capital venezolana.
Esta movilización forma parte de la llamada “Toma de Venezuela”, convocada por el oficialismo para hacer frente a una marcha que prepara para el jueves la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para exigir al poder electoral agilizar la recolección de cuatro millones de firmas que requiere para activar un referendo revocatorio contra el mandatario.
Maduro llamó a sus partidarios a “continuar movilizados” frente a lo que denominó como “un golpe terrorista”.
Las autoridades venezolanas detuvieron el lunes en Caracas al opositor Yon Goicoechea, acusado de portar detonantes para explosivos que -según sostienen- serían usados en la marcha.
El sábado, el exalcalde opositor Daniel Ceballos, que estaba en arresto domiciliario desde hace un año, fue enviado en prisión por acusaciones de planear su fuga para preparar actos violentos.
La oposición sostiene que estas medidas responden a una campaña de “persecución política” para desmovilizar a sus adversarios.
Durante su discurso, Maduro acusó a Estados Unidos de propiciar una ofensiva contra gobiernos de izquierda en América Latina.
Así, el gobernante socialista vinculó los planes que denuncia en el país petrolero con el juicio político contra Dilma Rousseff en Brasil y el asesinato de un viceministro de Evo Morales en Bolivia.
“La amenaza viene directamente del imperialismo norteamericano”, dijo Maduro, que agregó que la influencia de la izquierda en la región “quiere ser revertida en los últimos meses del nefasto gobierno de Barack Obama”.