SAO PAULO, (Reuters).- La popularidad del Gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cayó a un nuevo mínimo, en medio de una deteriorada economía, altas tasas de interés y un creciente escándalo de corrupción que ha mancillado a su partido político, mostró un sondeo publicado el miércoles.
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El número de brasileños que considera al Gobierno de Dilma Rousseff como “grandioso” o “bueno” bajó a apenas un 9 por ciento, desde un 12 por ciento hace tres meses, según el sondeo de opinión de Ibope encargado por la Confederación Nacional de la Industria brasileña, CNI.
Se trata del nivel de aprobación más bajo para un presidente brasileño desde noviembre de 1989, cuando Jose Sarney condujo a la nación por un periodo de caos económico e hiperinflación.
Los consultados en el sondeo citaron la investigación de corrupción en la petrolera estatal Petrobras como la principal noticia que está influenciando su perspectiva. El escándalo ha involucrado a miembros del Partido Laborista de Rousseff, entre otros políticos y ejecutivos.
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El creciente desempleo y la contracción de la economía han impactado en la principal base de apoyo de Dilma Rousseff, los brasileños pobres y de clase trabajadora, que representaron la mayor caída en cuanto a opinión en el rango demográfico consultado en el sondeo.
La confianza en la presidenta cayó a un 34 por ciento desde un 42 por ciento entre quienes votaron por ella, mostró la encuesta.
En general, un 68 por ciento de la población califica al Gobierno de Rousseff como “malo” o “terrible”, lo que se compara con un 64 por ciento en marzo, mientras que la desaprobación a la manera en que gobierna la presidenta aumentó a 83 por ciento desde un 78 por ciento.
Un 21 por ciento de los encuestados calificaron su gobierno como “favorable”.
El sondeo a 2.002 personas fue realizado entre el 18 y el 21 de junio y tiene un margen de error de más/menos 2 puntos porcentuales.