Seúl (Reuters).- Corea del Norte defendió los derechos civiles de los estadounidenses, diciendo que las revelaciones sobre las operaciones de vigilancia masiva mostraban que Estados Unidos era el “rey” de los abusos.
Grupos defensores de derechos humanos y personas que huyeron del país han acusado desde hace tiempo a Corea del Norte, que tiene una de las sociedades más cerradas del mundo, de prácticas totalitarias.
Esto incluye la brutal persecución de la disidencia, la existencia de una red de campos para prisioneros que alberga a alrededor de 200,000 reclusos y una política de priorización del gasto militar que ha provocado hambrunas periódicas.
Un artículo publicado en el periódico estatal Minju Joson dijo que las revelaciones sobre la vigilancia de teléfonos y correos electrónicos por parte del antiguo contratista de la CIA Edward Snowden significa que estadounidenses y extranjeros estuvieron “sometidos a un espionaje que ha sido aplicado indiscriminadamente por la institución de inteligencia norteamericana”.
“Esto prueba claramente que una vez más Estados Unidos es un rey de los abusos de derechos humanos, al poner al mundo bajo su red de vigilancia y utilizar el espionaje contra la humanidad”, dijo la columna, citada por la agencia oficial de noticias KCNA.
La columna agrega que las explicaciones dadas por las autoridades estadounidenses, que argumentan que los programas buscaron prevenir el terrorismo, eran “solo una pobre excusa para encubrir (el) delito”.
Snowden, supuestamente escondido en Hong Kong, devolvió el golpe el lunes a los que le criticaron por ser un traidor por revelar las operaciones. Dijo que hizo las filtraciones para contrarrestar “una sarta de mentiras” de altos cargos del Congreso de Estados Unidos.
Naciones Unidas ha iniciado una investigación sobre supuestos crímenes contra la humanidad en Corea del Norte. Las autoridades de Pyongyang niegan la existencias de campos de concentración y dicen que no cooperarán con las pesquisas de la ONU.
Se cree también que Corea del Norte tiene un gran equipo de expertos informáticos que realizan ciberataques a las redes del Gobierno y de las instituciones financieras, y se le acusa del apagón de 2011 en un banco comercial de Corea del Sur.