Greenpeace, una de las ONG ambientalistas más importantes del mundo, publicó hoy un pronunciamiento, en el que señaló que las nuevas medidas de Alemania sobre reducción de emisiones de CO2 son “poco claras”.
El gobierno alemán adoptó hoy un plan de reducción de las emisiones de dióxido de carbono, uno de los principales gases causantes del efecto invernadero, que combina ahorros de energía, limitación de la utilización del carbón y medidas en los transportes.
Así, la primera economía europea se compromete a reducir en un 40% las emisiones (62 millones de toneladas las emisiones) de gases de efecto invernadero al 2020. Además, el sector eléctrico debe reducir las emisiones en 22 millones de toneladas.
De no adoptarse ese plan, Alemania estaría a seis o siete puntos porcentuales del objetivo.
Para Greenpeace, “no queda claro cómo se logrará la meta pues el programa es vago” pues el ministro de Asuntos Económicos y Energía, Sigmar Gabriel, anunció hoy que presentará el proyecto de ley a principios del próximo año y estará lista para su aprobación recién a mediados de 2015.
Sin embargo, el último anuncio proporciona un punto de partida importante para trabajar hacia la aplicación y es una excelente señal para las negociaciones de la COP 20.
“Esto es una señal de bienvenida para las negociaciones sobre el clima en Lima. El Gobierno alemán se aproxima a las emisiones de carbón con acciones reales. Ahora le toca al Gobierno garantizar que este objetivo se traduzca en la legislación para ser aprobado en junio del próximo año, llevando a la Cumbre del G7”, indicó Martin Kaiser, director de Política Climática Internacional de Greenpeace.
“Si la aplicación tiene éxito, este programa sería el primer paso significativo hacia una eliminación gradual de carbón, un gran avance para la política climática y una contribución crucial al impulso en las negociaciones”, agregó.