Ayer, el Congreso de la República, con 72 votos, censuró a la premier Ana Jara, un hecho que no había ocurrido desde hace 52 años.
Siguiendo la Constitución, todos los ministros renuncian y el presidente debe convocar y juramentar un nuevo gabinete en un plazo de 72 horas. Ollanta Humala tiene la potestad de ratificar a todos los ministros en sus cargos, menos al jefe de la PCM, que fue objeto de censura.
En ese entonces, el gabinete ministerial deberá ir nuevamente al Congreso a pedir el voto de confianza. Si este se lo niega, el mandatario tiene dos caminos: aceptar otra vez la decisión de los parlamentarios y nombrar otro gabinete o disolver el Congreso.
El constitucionalista Enrique Bernales explica que, si se produce la negación de la confianza en el Legislativo al sucesor de Ana Jara, Ollanta Humala “adquiere la capacidad” de cerrar el Congreso.
“La figura de la Constitución es, si se producen dos votaciones de censura o falta de confianza, el presidente puede disolver el Congreso pero no está obligado (…) En puridad de la constitución, no puede elegir el mal mayor”, indicó.
En diálogo con Canal N, Bernales indicó que el mandatario debe reaccionar con mesura y nombrar un gabinete con una “buena composición”.
“Si el presidente de la República nombra un gabinete de provocación, no le da premio, hace que la crisis del Gobierno pase a ser una desestabilización provocada por el propio presidente”, indicó.
Para Bernales, el caso del espionaje realizado por la DINI –motivo que muchos congresistas acuñaron ayer para emitir su voto a favor de la censura– ameritaba una renuncia de Ana Jara, situación que habría evitado la coyuntura política actual.
“El Gobierno ha actuado con una pasividad. El parlamento ha votado la censura, pero el Gobierno, como parte de su iniciativa, ha empujado la censura (…) No es una censura a Ana Jara, es una censura a cuatro de años del Gobierno“, indicó.