Bloomberg.- El CEO de Boeing Co., Dennis Muilenberg, dijo haberle señalado al presidente electo Donald Trump que su compañía puede fabricar una nueva versión del Air Force One por menos de US$ 4,000 millones, después de que el republicano criticara duramente el costo de la aeronave.
Muilenberg se reunió con Trump en su resort Mar-a-Lago en Florida el miércoles y declaró a la prensa posteriormente que comparte intereses con el presidente electo.
Trump ha criticado el presupuesto del Pentágono para comprar los nuevos jumbos 747 y dotarlos con protecciones que van desde defensas antimisiles hasta resistencia a las ondas expansivas de una explosión nuclear.
“Vamos a hacerlo por menos que eso, y estamos comprometidos a trabajar juntos para asegurarnos de que así sea”, dijo Muilenburg a CNBC cuando iba saliendo del complejo en Florida del presidente electo. “Pude ofrecerle al presidente electo mi compromiso personal a nombre de la Compañía Boeing”.
La máxima ejecutiva de otro importante contratista de Defensa al que Trump ha criticado, Marillyn Hewson de Lockheed Martin Corp., se reunirá más adelante con el presidente electo, según los asesores del presidente electo.
Trump ha manifestado que el gobierno debería cancelar un contrato con Boeing para fabricar una nueva versión de la aeronave del presidente y que los costos por los jets de combate F-35 de Lockheed están “fuera de control”.
El Pentágono ha rebatido las críticas de Trump por el problemático F-35. El Teniente General Christopher Bogdan, que encabeza la oficina responsable del desarrollo y la adquisición del jet de combate, dijo a la prensa el lunes que el proyecto había “estado básicamente dentro del plazo estipulado” y “dentro del presupuesto” desde el 2011.
La aeronave, el sistema de armamento más costoso que existe, ha sufrido una serie de demoras y tropiezos atribuidos a sus complicadas tecnologías, incluidas capacidades de desplazamiento sin ser detectado y su versatilidad. Distintas configuraciones del Joint Strike Fighter de US$ 379,000 millones deberían transformarse en pilares de la Fuerza Aérea, la Armada y la Marina.
Un vocero de Lockheed declinó hacer comentarios sobre el tema.