La Reserva Federal de Estados Unidos cumplió con el guión previsto y elevó las tasas de interés por primera vez en casi una década. Se confirma así la falta de correlación entre las políticas monetarias aplicadas por los principales bancos centrales del mundo, lo que está agitando los mercados de divisas.
El dólar se apreció el jueves último ante la mayoría de las divisas de sus socios comerciales y alcanzó máximos de dos semanas. El índice Bloomberg Dollar Spot, que compara el dólar con las diez principales monedas del mundo, escalaba un 0.6%, aunque este año ha experimentado un rally del 9.2% al descontarse ya el golpe de timón de la institución presidida por Janet Yellen. Frente al euro, registraba un avance del 0.96%, hasta 1.087 dólares.
Consenso
¿Alcanzará el euro la paridad frente al billete verde? El consenso de Bloomberg dice que no y que no bajará de los niveles de 1.04 dólares por euro el año que viene.
No obstante, las últimas revisiones que han hecho Bank of America, Barclays y Deutsche Bank apuntan a que el euro se situará en niveles cercanos a los 0.95 dólares por euro a mediados del año que viene. Es decir, perderá la paridad por primera vez desde 2002.
Por otro lado, BNP Paribas lo sitúa en 1.04 dólares por euro a finales de marzo.
“El euro alcanzará la paridad frente al dólar previsiblemente en el segundo trimestre, pero para nada esperamos que consolide en esos niveles y en 2017 volverá a normalizarse la situación”, señala José Luis Martínez, estratega en España de Citi.
El motivo principal que esgrimen los expertos para pensar que el dólar no debería irse mucho más allá de estos niveles es la confirmación de que esa subida del precio del dinero va a ser “gradual”, como reconoció la Fed en el comunicado del jueves.
El mercado descuenta un alza de un cuarto de punto cada trimestre el año que viene, hasta situar los tipos en el 1.25%.
“Como venimos diciendo desde hace un tiempo, un aumento gradual de los tipos de interés en Estados Unidos en 2016 debería conducir a una apreciación del dólar frente a casi todas las principales monedas el próximo año. Dicha apreciación será particularmente severa frente al euro, dado que la dirección de la política monetaria del BCE es opuesta”, explican los expertos de Ebury, institución financiera especializada en intercambio de divisas.
En mayo de 2013, la Fed anunció que comenzaría a retirar los estímulos y provocó una fuga de capitales en los mercados emergentes, con caídas en sólo un mes de entre el 4% de la kuna croata al 20% de la lira turca. Ayer, sin embargo, la reacción fue más suave, excepto el desplome del 27.21% del peso argentino al poner fin a las restricciones cambiarias.
“El sentimiento general es que la subida de tipos va a ser gradual, lo que crea una atmósfera positiva para algunas divisas emergentes”, explica Dominic Bunning, estratega de divisas de HSBC.
La política del BCE
El Banco Central Europeo, por el contrario, anunció más medidas para apuntalar la inflación el pasado 3 de diciembre, al aumentar, por ejemplo, la duración del programa de compra de deuda, conocido popularmente como QE.
Esta dicotomía está presionando a la baja al dólar desde hace meses. Desde finales de 2013, cuando la Fed comenzó a retirar los estímulos, el euro se ha depreciado un 20% frente al dólar. El 13 de marzo tocó mínimos desde comienzos de 2003, al caer hasta los 1,0496 dólares.
Diario Expansión de España
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