El oro cerró casi estable el miércoles debido a que los renovados temores sobre una agudización de la crisis de deuda de la zona euro, junto a inquietudes más amplias sobre la economía global, opacaron el atractivo del metal como tradicional cobertura contra la inflación.
El oro al contado cedió 75 centavos, a 1,762.90 dólares la onza. El lingote aún se mantenía cerca de los niveles máximos que anotó el viernes de 1,795.69 dólares, su precio más alto desde noviembre.
Los futuros del oro estadounidenses para diciembre cerraron con alza de 10 centavos, a 1,765.10 dólares.
Analistas dijeron que algunos inversores podrían tomar ganancias tras la escalada del oro en los cuatro meses anteriores a octubre. Pese al avance, el oro no ha logrado superar los 1,800 dólares la onza, lo que también alentó una presión técnica.
El metal tocó máximos de 11 meses el viernes ante las esperanzas de que la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo y otros importantes bancos centrales sigan inyectando liquidez a la economía global para estimular el crecimiento, lo que ha impulsado el atractivo del oro como cobertura contra la inflación.
El lingote fue presionado después de que el Fondo Monetario Internacional dijo que la crisis de deuda de la zona euro es la principal amenaza a la estabilidad financiera mundial, que se ha debilitado en los últimos seis meses, dejando la confianza “muy frágil”.