Para el 2014, el valor total importado de vitaminas aumentará en 7.7%, ante la mayor demanda de vitamina E y B, principalmente dirigidas al consumo animal, estimó hoy la consultora Maximixe.
De igual manera, se estima que las exportaciones totalicen US$ 852,000, significando 31.2% de crecimiento, ante las mayores ventas de las vitaminas A y B a países de la región, entre ellos Bolivia, Colombia, Ecuador y Chile.
El mercado interno de provitaminas, vitaminas y sus derivados es abastecido mayoritariamente por productos importados a través de grandes distribuidores internacionales.
Estas importaciones se comercializan en las principales cadenas de farmacias, veterinarias, laboratorios clínicos, supermercados, cadenas de gimnasios y a través de ventas personales (denominadas también ventas directas).
Entre las empresas importadoras que en el 2013 tuvieron una mayor participación en el negocio se tiene a DSM Nutritional Products (44.7%), BASF Peruana (12.5%), Montana (8.6%) y ONC Perú (7.6%).
Según Maximixe, en el Perú la producción de vitaminas se encuentra comprendida en la clase 2100 de la Clasificación Industrial Internacional Uniforme Revisión 4 (CIIU Rev. 4), la cual se denomina fabricación de productos farmacéuticos, sustancias químicas medicinales y productos botánicos de uso farmacéutico, que comprende la fabricación de sustancias medicinales activas tales como antibióticos, vitaminas básicas, ácido salicílico y acetilsalicílico, etc.
“A pesar de la desaceleración económica, el mercado de las vitaminas presenta buenas perspectivas. Las dirigidas al consumo humano tienen potencial de crecimiento, ante la tendencia a consumir productos que beneficien la salud”, dijo la consultora.
Asimismo, se prevé un buen panorama para las vitaminas dirigidas al consumo animal, debido al creciente uso de premezclas de vitaminas que permiten mejorar diversos aspectos relacionados con la salud animal y la calidad de los productos finales (carne, huevos, entre otros).
Sin embargo, advirtió que también se presentan riesgos, entre ellos la saturación de productos en el mercado, la preferencia de consumir alimentos orgánicos y obtener las vitaminas de fuentes naturales, la alta dependencia de las importaciones, el contrabando y la adulteración.