La agencia calificadora de riesgo Moody’s redujo hoy de estable a negativa la perspectiva de la calificación del Reino Unido tras la victoria del Brexit, lo que supone que podría degradar esa nota en un futuro próximo.
Moody’s estima que se prevé “un prolongado período de incertidumbre” que tendrá “implicaciones negativas sobre las perspectivas de crecimiento a mediano plazo” de la economía británica.
La nota de la deuda se mantiene en Aa1.
“Durante los años en los que el Reino Unido negociará sus relaciones comerciales con la Unión Europea, Moody’s espera un aumento de la incertidumbre, una disminución de la confianza y menores inversiones que conducirán a un menor crecimiento”, afirma la agencia en un comunicado.
Moody’s teme también que las finanzas públicas del país se debiliten más de lo previsto.
“El impacto negativo de un menor crecimiento superará los ahorros que hará el Reino Unido por no contribuir más al presupuesto de la UE”, asegura Moody’s.
La agencia recuerda que la UE es el primer socio comercial del Reino Unido, y que absorbe 44% de sus exportaciones, mientras que el 48% de las inversiones extranjeras directas provienen asimismo de la UE.
“Es posible que el Reino Unido sea capaz de reorientar su comercio hacia otras regiones y compense así un comercio menor con Europa, pero eso llevará tiempo”, advierte la agencia.
Moody’s piensa sin embargo que el país deberá llegar a un acuerdo con la UE para preservar “la mayor parte, pero no todos, sus intercambios comerciales”.
“Hay claramente un riesgo a la baja”, concluye Moody’s, que agrega que “en ausencia de un acuerdo comercial que preserve el núcleo del acceso actual del Reino Unido al mercado único (…) el crecimiento de su PBI será materialmente más bajo”.