Se estima que durante el próximo año la Reserva Federal de EE.UU. eleve sus tipos de interés, como muestra del fortalecimiento de su economía, lo cual no dejaría al Perú fuera de su impacto.
No obstante, ante un entorno menos favorable, los gerentes de la banca nacional coincidieron en que este panorama no limitaría drásticamente el financiamiento para los proyectos de infraestructura.
Según Jorge Ramos, gerente general de Cofide, si bien el aumento del costo del fondeo significará –aunque no de forma material- menores ganancias en el corto plazo, esta no sería una variable fundamental para que la infraestructura no se desarrolle en el Perú.
“El financiamiento no se va a caer. Habrá que sacrificar las ganancias en el corto plazo y esperar a que se revierta o adecuarse a la situación (…), pero no creo que el incremento de la tasa de interés sea una variable para que la infraestructura no se desarrolle”, señaló.
En el mismo sentido, Julio Figueroa, gerente general de Citibank Perú, apuntó que el cambio de políticas en EE.UU. no complicarían el financiamiento pues el sector privado y el Gobierno tienen amplias opciones para financiar sus proyectos.
Por su parte, Carlos González-Taboada, gerente general de Scotiabank, proyecta que el impacto no será dramático ya que el aumento de las tasas será un proceso lento y gradual.
“Apenas comience el cambio en las tasas de interés en EE.UU. va a ver un efecto en el crédito en el corto plazo, pero la expectativa es que el proceso va a ser gradual sin que altere a mercados, como el Perú, que aún tienen márgenes amplios para compensar los efectos. El BCR ha seguido una política rigurosa en encajes en los excesos de liquidez y puede seguir dando liquidez al sistema”