Washington (AFP).- Los chinos se transformaron el año pasado en los principales compradores de bienes inmobiliarios en Estados Unidos y destinan miles de millones de dólares a las que estiman inversiones seguras, según un estudio publicado el domingo.
En total, las inversiones chinas en el sector inmobiliario estadounidense superaron 100,000 millones de dólares durante los últimos cinco años, según este estudio publicado por el instituto Asia Society y la firma Rosen Consulting Group.
Este entusiasmo ha contribuido a la recuperación del sector, damnificado por la crisis del 2008 detonada por las hipotecas tóxicas “subprime”, según los autores del estudio.
A pesar de que las medidas anunciadas recientemente por las autoridades chinas para mitigar la fuga de capitales, se espera que estas inversiones alcancen los 218,000 millones dólares en los próximos cinco años, estiman.
“Lo que destaca a China no es solamente el tamaño de las inversiones, sino también su amplia gama, que se extiende a todos los sectores, incluyendo una fuerte presencia en el mercado residencial”, señala el estudio.
Los autores reconocen que sus cifras, basadas en datos públicos del sector inmobiliario, subestiman el alcance del fenómeno al no tomar en cuenta las compras realizadas por trusts y compañías con dueños no identificados.
Algunos de los bienes adquiridos son alucinantes, tal como el palacio hotelero Waldorf Astoria en Nueva York, comprado por el asegurador chino Anbang en 2015 al precio de 2,000 millones de dólares. Anbang también estuvo a punto de adquirir la cadena de hotelería Starwood por 14,000 millones de dólares a inicios de año.
El mes pasado, el conglomerado chino HNA anunció que iba a comprar 1,400 hoteles de Carlson, propietario de la cadena Radisson.
Entre el 2010 y 2015, los chinos invirtieron más de 17,000 millones de dólares en el sector inmobiliario comercial en Estados Unidos, y la mitad de esa suma durante el año pasado.
Inversiones residenciales.
Pero durante el mismo período, sus inversiones en bienes inmobiliarios residenciales alcanzaron los 93,000 millones de dólares, de los cuales 28,500 millones durante solo los últimos 12 meses previos a marzo de 2015.
Y es así que los chinos ahora han superado a los canadienses, quienes durante mucho tiempo fueron los principales inversores en el sector inmobiliario residencial estadounidense.
Las inversiones chinas están concentradas en las regiones más caras como Nueva York, Los Ángeles, San Francisco y Seattle, pero se extienden hasta Chicago, Miami y Las Vegas.
Estos inversores chinos han pagado un promedio de 832,000 dólares por una vivienda, muy por encima del promedio de los inversores extranjeros en general, de 499,600 dólares.
La mayor parte de este dinero proviene de particulares que buscan tener una segunda vivienda en Estados Unidos o comprar una casa pues acaban de mudarse al país con la visa de inversor (EB-5), mientras que otros invierten para rentar y revender.
“Esta familiaridad con las inversiones inmobiliarias como modo de ahorro es común en China y reflejan el hecho de que las familias chinos no dudan en comprar una vivienda secundaria en Estados Unidos”, señala el estudio.
Su motivación también puede hallarse en la necesidad de invertir en el extranjero en activos en dólares, ante la preocupación por el yuan chino (renmimbi) no para de bajar, luego de ser devaluado levemente ante el billete verde en agosto del 2015.