Bloomberg.- Aumentan los indicios de que los crecientes valores de las viviendas en Estados Unidos comienzan a dejar por fuera a muchos, lo que amenaza con enfriar el buen momento por el que atraviesa el sector de bienes raíces residenciales.
Las compras de casas usadas declinaron de forma inesperada en julio al nivel más bajo en 11 meses y las ventas de viviendas nuevas fueron las más débiles del año, según informes de esta semana.
Si bien el tiempo de permanencia medio en el mercado de las propiedades existentes fue en julio de 30 días, en comparación con 36 días del mismo mes del año pasado, lo que indica una demanda resistente, la cantidad de viviendas disponibles sigue siendo escasa y problemática.
El inventario limitado ha sido un tema inquietante para el mercado inmobiliario y es la principal razón por la cual los precios de las viviendas siguen aumentando y superan el crecimiento salarial.
Si bien los costos crediticios continúan siendo bajos en términos históricos, la accesibilidad de los precios de las viviendas es la menor de la expansión.
La cantidad de estadounidenses que consideran que las condiciones para la compra de viviendas son “buenas” ha declinado al menor nivel en seis años, según la última encuesta de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan.
Es cierto que son más los que siguen diciendo que el contexto para la compra es “bueno” que quienes lo califican de “malo”, pero el problema es que las cosas no mejoran.
El índice nacional de precios de viviendas S&P CoreLogic Case-Shiller marcó un récord en mayo, el último mes del que hay datos disponibles, mientras que el costo de una casa ya existente también fue en junio el mayor de la historia.
El resultado es que el porcentaje de consumidores de la última encuesta de la Universidad de Michigan que dijo que las condiciones de compra de viviendas eran malas debido al aumento de los precios llegó este mes al nivel más alto en 11 años.
El incremento de los precios de las viviendas ha superado de forma persistente el crecimiento de los salarios, dijo Lawrence Yun, economista jefe de la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces (NAR, por sus siglas en inglés), en una reunión informativa con la prensa par dar a conocer el informe sobre ventas de viviendas existentes en julio.
“Es evidente que eso afecta la capacidad de compra”, dijo. Si bien las bajas tasas de interés ayudan, “hay una persistente diferencia entre el crecimiento de los precios de las viviendas y el ingreso de la gente o el incremento salarial. Llegado cierto punto, eso puede alejar a los compradores”.
Las cifras de ventas de viviendas de julio ya muestran que la demanda se contrae luego de subir a los mayores niveles en muchos años a fines del primer trimestre.
Un índice de solicitudes de hipotecas para la compra de viviendas declinó 4% en las cuatro semanas hasta el 18 de agosto y 12% respecto de un pico estacional de junio, según la Asociación de Banqueros Hipotecarios.
La medición está en su nivel más bajo en seis meses.