(Bloomberg).- El mayor banco hipotecario de Dinamarca dice que existe un “riesgo real” de que Copenhague esté camino a una burbuja inmobiliaria.
Si bien no es inminente un derrumbe, “las señales de peligro” significan que los precios de los departamentos en la ciudad escandinava podrían alcanzar un nivel insostenible con relativa rapidez de continuar el ritmo actual de aumentos de precios, dijo Joachim Borg Kristensen, un economista del área de vivienda de Nykredit.
Los precios de la propiedad en Copenhague han subido entre 40% y 60% desde mediados del 2012, cuando el banco central recurrió por primera vez a tasas de interés negativas para defender la paridad fija de la corona contra el euro. La tasa de depósito de referencia ha sido de menos 0.75% desde febrero conforme se intensificaba la guerra cambiaria de Dinamarca, y la mayor parte de los analistas que consultó Bloomberg estima que las tasas negativas se mantendrán por lo menos hasta 2017. En Dinamarca pueden obtenerse hipotecas de hasta 30 años por alrededor de 3%, mientras que los préstamos a menor plazo tienen tasas cercanas a cero.
La última burbuja inmobiliaria de Dinamarca explotó en 2008, y el consiguiente derrumbe de los precios rivalizó con el de la crisis subprime en los Estados Unidos. Gracias a generosos beneficios sociales, las familias dinamarquesas sólo experimentaron tasas de ejecución insignificantes, a diferencia de sus pares estadounidenses.
¿Una repetición?
En Copenhague –una ciudad de bicicletas y energía verde donde Noma ha liderado una aventura culinaria que hace de la capital dinamarquesa un destino para entusiastas de la gastronomía-, los precios de los departamentos subieron 11% en el primer semestre. Desde entonces, el ritmo de los aumentos ha experimentado una leve estabilización, pese a lo cual aún se estima que llegará a alrededor de un promedio de 12% este año, estima Nykredit.
“Dadas las actuales perspectivas de urbanización, así como el panorama de la economía y las tasas de interés, cabe esperar que los precios de las viviendas sigan aumentando”, dijo Kristensen. Pero es probable que sea a un “ritmo más lento que hasta ahora”. Es por eso que el banco considera que el desarrollo no concluirá en una burbuja, agregó.
Por su parte, los desarrollos en el mercado de proyectos de construcción revelan una situación de un riesgo algo mayor, dijo Kristensen.
“El fuerte crecimiento de los precios y las ventas de proyectos inmobiliarios es alarmante porque podría verse impulsado por expectativas de persistentes incrementos de precios”, añadió. “La pregunta es si los posibles compradores de viviendas han exagerado las expectativas en lo que respecta al futuro desarrollo de los precios”.