(Bloomberg).- Los bancos europeos se retiran en toda América Latina.
Société Générale SA anunció en febrero que despedirá a más de 1,000 empleados al abandonar el negocio de financiamiento del consumo en Brasil. En agosto, HSBC Holdings Plc vendió su unidad brasileña deficitaria, que tenía más de 20,000 empleados. Dos meses más tarde, le tocó el turno a Deutsche Bank AG. La entidad crediticia alemana dijo que cerrará sus oficinas en Argentina, México, Chile, Perú y Uruguay y trasladará sus operaciones a otra parte. Barclays Plc también reducirá sus operaciones en Brasil.
El éxodo amenaza con profundizar la inquietud latinoamericana, dado que a empresas y consumidores les resultará más difícil obtener financiamiento. La suerte de la región ya ha cambiado conforme la declinación de los precios de las materias primas la llevan hacia la peor recesión desde fines de la década de 1990. Los bancos europeos, por su parte, buscan reducir los negocios débiles en tanto se esfuerzan por generar ganancias y cumplir con exigencias de capital más estrictas en sus países.
“Todos los grandes bancos europeos experimentan una fuerte presión en el sentido de cambiar su modelo de negocios como consecuencia de cambios de regulación y de los bajos precios de las acciones”, dijo en un correo electrónico Roy Smith, un profesor de finanzas de la Escuela Stern de Administración de la Universidad de Nueva York. Los cambios tienen que ser muy importantes para marcar una diferencia”.
España, Suiza.
Las salidas constituyen oportunidades de apertura para rivales locales y bancos globales desde los Estados Unidos hasta España y Suiza dispuestos a esperar el fin del estancamiento económico.
Es probable que la economía de América Latina se contraiga 0.5% este año como consecuencia de la declinación de los precios de las materias primas y de una desaceleración en Brasil que se pronostica será la más prolongada desde la Gran Depresión, según estimaciones que compiló Bloomberg. Se trataría de la primera recesión en la región desde 2009 y la mayor desde 1999. La demanda de servicios de banca de inversión vacila y las comisiones caen 45% este año hasta el 15 de octubre y alcanzan el punto más bajo en 10 años, US$ 817 millones, dijo Dealogic.
“Los bancos europeos tienen ganancias bastante débiles en este momento y, en algunos casos, escasos niveles de capital”, dijo en un correo electrónico Erin Davis, analista de Morningstar Inc. Eso deja “escaso margen de maniobra” para absorber pérdidas o bajas ganancias en América Latina por más que confíen en las posibilidades de la región a largo plazo, dijo Davis.
Deutsche Bank, que inició operaciones en América Latina en 1887 con una filial en Argentina, tiene unos 269 empleos en los cinco países que abandona, según sus declaraciones financieras de 2015. En Brasil tiene alrededor de 334 empleados.
“La región atrae menos inversiones, y eso reduce la necesidad de banca de inversión”, dijo Ricarlo Mollo, un profesor de la escuela de negocios Insper en Sao Paulo. Al mismo tiempo, la demanda de préstamos declina y crece la morosidad.
Brasil, la economía más grande de América Latina, es también el lugar donde los recortes más les rinden a algunos bancos europeos. Además del abandono por parte de Société Générale de su unidad de financiamiento del consumo en Brasil, HSBC vendió su subsidiaria brasileña a Banco Bradesco SA en una transacción de US$ 5,200 millones que se anunció en agosto. Barclays, que en 2013 tenía unos 150 empleados en Brasil, ha reducido el equipo a 80, dijeron personas familiarizadas con el tema.
Société Générale “mantiene su compromiso con Brasil y continuará sirviendo a sus clientes institucionales y corporativos a través de sus entidades locales”, dijo el banco en una declaración. Barclays se negó a hacer declaraciones.
En cuanto a HSBC, el máximo responsable ejecutivo, Stuart Gulliver, ha dicho que la retirada era necesaria en el marco de un plan de reducir US$ 5,000 millones de gastos para 2017. En otras partes de Latinoamérica, Gulliver dijo en junio en una entrevista del diario mexicano Reforma que HSBC permanecería en México luego de decir antes que el país era uno de cuatro posibles mercados que el banco abandonaría.
Vigilancia de HSBC.
Algo que complica las decisiones de HSBC en relación con la región son los escándalos de evasión de impuestos y lavado de dinero vinculados a cuentas suizas en Brasil. La entidad también es objeto de vigilancia en los Estados Unidos desde 2012 luego de llegar a un acuerdo de US$ 1,900 millones para resolver acusaciones de que contribuyó al lavado de dinero por parte de carteles de drogas de América Latina.
Los bancos globales con subsidiarias latinoamericanas que operan negocios de banca de inversión podrían tomar parte de las actividades que los bancos europeos abandonan, dijo Fitch en un informe en el que mencionó a Citigroup Inc., Banco Santander SA, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, JPMorgan Chase Co. y Bank of America Corp. Actores locales en la región, tales como Itaú Unibanco Holding SA y BTG Pactual Group, también podrían salir beneficiados, agregó Fitch.
JPMorgan dice que no planea modificar su equipo en la región, mientras que Bank of America, que tiene unos 1.000 empleados en América Latina, incorporó 150 personas este año. Citigroup vendió sus unidades comercial y de consumo en Perú, Costa Rica, Panamá, Nicaragua y Guatemala, mientras que mantiene los negocios de banca de inversión y corporativa.